El cubo de Rubik, creado por el arquitecto húngaro Ernő Rubik en 1974, es un rompecabezas tridimensional extendido por todo el mundo. Hasta el año 2009 se habían vendido más de 350 millones, cifra que lo coloca entre los juguetes más vendidos en la historia.
Para los que no se hayan adentrado en este divertido entretenimiento, podemos decir que el cubo tradicional se compone de seis caras, cada una con un color distinto, que giran de manera independiente. Una vez mezclados los colores, debemos girar estas caras hasta alcanzar la situación inicial. Hay muchos métodos para resolver este rompecabezas, pero recordad: ¡nada de cambiar pegatinas de sitio ni desmontar el cubo para volver a ensamblarlo!
Resolver el cubo de Rubik paso a paso
Antes de empezar, debemos conocer algunos aspectos importantes de nuestro cubo. Cada cara se compone de 9 pequeñas piezas, una central (que no podemos mover y determinará el color de la cara), cuatro en las esquinas (con 3 colores) y otras cuatro en el centro de cada lateral (que tendrán dos colores).
Os enseñamos un método que os puede ayudar cuando os estéis preguntando cómo hacer el cubo de Rubik.
- El primer paso sería formar una cruz con el color de una de las caras, pero situando en el brazo de la cruz (pieza central del lateral) una pieza en la que coincida su otro color con el central de la otra cara.
- El siguiente paso consiste en colocar en las esquinas la pieza correspondiente, haciendo coincidir el color de la cara con el de cada una de las tres pequeñas caras de la pieza.
- Una vez completada la primera cara de nuestro cubo de Rubik, pasamos al tercer paso en el que nos centraremos en la pieza central de los laterales en todas las caras que nos quedan, salvo la capa inferior. Para colocar cada pieza en su sitio podemos desmontar la cara que teníamos completa recordando el camino de vuelta de las piezas para recomponerla.
- Ya, por último, nos queda el cuarto paso: la última capa. Empezamos dibujando una cruz, como en el primer paso, para terminar completando las esquinas.
En este vídeo podéis ver, de forma detallada, cómo completar cada uno de estos pasos.
Para resolver el cubo de Rubik de una manera más rápida podéis encontrar muchos tutoriales que siguen determinados algoritmos, patrones de giro, desde el principio hasta el final. Son metodologías más mecánicas y que dejan menos espacio a inventar y experimentar.
Los récords más asombrosos
Podemos encontrar muchos récords asombrosos de tiempos de resolución de cubo de Rubik. En 2018, Feliks Zemdegs, un joven australiano de 22 años, batió el récord mundial al resolver un cubo de Rubik en 4,22 segundos. Max Park resolvió el cubo en 9,42 segundos, batiendo el récord Guinness, ¡pero con una sola mano!
La fiebre por resolver cubos de Rubik se ha extendido por todo el planeta. Podemos encontrar infinidad de variantes al clásico cubo de 6 caras 3x3x3, hasta uno 33x33x33. Pueden tener forma de cubo, prisma rectangular, pirámide, o cualquier otra que se os pueda ocurrir. En cualquier caso, siempre suponen un reto y potencian nuestra capacidad de concentración, nuestra visión espacial y nuestra paciencia.