En el año 624 a.C nació en Mileto, polis griega de la costa Jonia, actual territorio de Turquía, el filósofo, matemático, astrónomo, geómetra, físico y gran pensador griego, Tales de Mileto, considerado el primer filósofo de occidente, por su insistente búsqueda de una respuesta racional a los distintos fenómenos naturales.
Mileto fue fundador de la escuela filosófica milesia, donde impartió clases a Anaximandro y Anaxímenes, quien fue alumno de éste último. Sus días concluyeron en Mileto en el año 543 a.C., durante los juegos de gimnasia en las Olimpíadas.
El teorema de Tales de Mileto
Por medio de dos teoremas vinculados con la geometría, Tales de Mileto comparó la semejanza entre triángulos, y determinó que dos triángulos son iguales si tienen los ángulos correspondientes idénticos y sus lados son proporcionales entre si.
Son dos los teoremas que conforman el Teorema de Tales o teorema de Thales, los cuales se presume fueron descubiertos por éste, cuando estudiaba la existencia del paralelismo entre dos líneas rectas.
El primer teorema considerado el fundamento de la geometría descriptiva, prevé, que si a cualquiera de los lados de un triángulo se le traza una línea paralela, da como resultado dos triángulos proporcionales.
Al triángulo ABC se le traza la fracción A’C’, dando lugar a un nuevo triángulo identificado A’BC’, idéntico al primero. En consecuencia, los tres ángulos del triángulo son semejantes y sus lados iguales.
Este primer teorema de Tales fue de gran utilidad para medir estructuras altas, debido a que para la época, no existían otros aparatos de medición.
Como consecuencia del primer teorema surge otra variante: si dos rectas paralelas son cortadas por otras dos rectas, los segmentos que se derivan de ambas rectas, son proporcionales.
El segundo teorema de Tales es de geometría, vinculado a los triángulos rectángulos, inscritos en cada ángulo de una circunferencia.
Según este teorema, en una circunferencia de centro O y diámetro AC, cada punto B de la circunferencia (distinto de A y C) determina un triángulo rectángulo ABC, con ángulo recto <ABC.
Aplicación del Teorema de Thales
El teorema de Thales influye en muchas de las actividades que realizamos a diario, por ejemplo, para calcular por medio de la proyección de la sombra, la altura de un objeto, con el apoyo de una estaca o vara.
Ahora bien, tomando en consideración la relación de triángulos iguales, el vínculo que establezco con mi sombra, es semejante al que la pirámide establece con la suya.
La historia cuenta, que Plutarco sostuvo que Tales de Mileto descubrió la altura que tienen las pirámides de Giza, fundamentándose en su primer teorema, con el apoyo de la medida de las sombras.
Los dos teoremas de Tales se aplican también en la solución de otros casos, así como para el análisis de las transformaciones.
En ese sentido, es aplicado para dividir un segmento en partes iguales, calcular la cuarta y tercera proporcional de dos segmentos dados, la media proporcional, el cálculo gráfico de productos y razones de segmentos dados.
Asimismo, se emplean en la semejanza y estudio de las escalas, la segmentación áurea, la cuarta proporcional de tres segmentos dados, así como para calcular razones simples, dobles y cuaternas armónicas.
La contribución de Tales a las ciencias
Los conocimientos de Tales de Mileto estuvieron bajo la influencia de los sabios egipcios y babilónicos. Considerado históricamente como uno de los siete sabios de Grecia. Fue el precursor de las matemáticas y geometría griega.
Uno de los propósitos de sus investigaciones, fue estudiar el origen del cosmos físico, desde el punto de vista lógico, racional, y así romper con los mitos en que se fundamentaba.
Creía que existía un principio común del cual emanaron y se desarrollaron todas las cosas. Afirmó que todas las cosas eran iguales intrínsecamente a las demás. Sostuvo enfáticamente que ese elemento común, intrínseco a todo era el agua, reconociéndola como el arjé o primer principio creador del todo.
Tales refutó la disparidad entre la causa y su efecto, afirmaba que si la realidad es de carácter físico, su causa también lo es.
Estableció durante el inicio de sus demostraciones de teoremas geométricos por medio del razonamiento lógico, que todo diámetro bisecta a la circunferencia, los ángulos opuestos por el vértice son iguales, y que los ángulos de la base de un triángulo isósceles también lo son.
Determinó que dos triángulos que poseen dos ángulos y un lado iguales son semejantes, que todo ángulo inscrito en una semicircunferencia es recto. Dio con el hallazgo de la constelación de la osa menor y concluyó que la luna era setecientas veces menor que el sol.
Igualmente, estudió y habló sobre los eclipses de sol y de luna. Estableció la cantidad de días que posee el año. Fue pionero en la investigación del fenómeno magnético.
Se cree que Tales de Mileto escribió tres obras, la Astrología, Sobre el solsticio y Sobre el equinoccio, aunque no quedó registro de ello. También se cree que parte de sus trabajos matemáticos, quedaron plasmados en los Elementos de Euclides: la definición I. 17 y las proposiciones I. 5, I. 15, I. 26 y III. 31.
Según Aristóteles, Tales afirmaba que la tierra es una especie de isla que “flota” sobre el agua, siendo la razón de porque en algunas ocasiones tiembla, ya que no está sujeta a ninguna base fija, lo cual hace que se tambalee.
Entre otros aspectos importantes a favor de Tales de Mileto, es que el cráter lunar Thales, situado al noreste de la luna, al este del Strabo -que es el cráter más grande-, al sureste de llanura amurallada De La Rue, fue llamado así en honor a este gran filósofo.
También destaca la historia representada por Tales de Mileto, conocida como El astrólogo que cayó dentro de un pozo, la cual fue citada por primera vez en el diálogo platónico Teeteto (174a).
Este cuento narra, que Tales se encontraba viendo hacia el firmamento, indagando sobre el origen del universo. Como caminaba tan abstraído en sus pensamientos, cayó dentro de un pozo.
Entretanto, una mujer oriunda de Tracia que se encontraba cerca, se rió del suceso y le preguntó, por qué estaba tan interesado en conocer las cosas que existían en el universo, mientras se le escapaba lo que tenía delante de sus narices.