La sigilografía es la disciplina que se encarga del estudio de los sellos, elementos usados para autorizar y validar documentos públicos o privados. Un sello es la impronta o huella que se obtiene por la presión que ejerce una matriz sobre un soporte.
La palabra sigilografía proviene de la unión de la palabra latina “sigillum”, que significa sello, y el sufijo griego “grafía”, que significa descripción o doctrina.
La sigilografía estudia los sellos tanto en su aspecto material y artístico como en el formal, simbólico o representativo.
Historia de la sigilografía
Si bien el uso de los sellos data de mucho tiempo atrás, fue a partir del siglo XIX que varios historiadores y arqueólogos le dieron forma a la sigilografía como disciplina y ciencia auxiliar, al sentar la base de sus postulados y establecer las normas que rigen su estudio.
Desde entonces se considera a la sigilografía como una herramienta indispensable para estudiar los usos y costumbres de épocas antiguas, estableciendo su valor como fuente histórica confiable.
La sigilografía como ciencia
La sigilografía es una ciencia con carácter autónomo, aunque íntimamente relacionada con otras disciplinas como la arqueología, la historia del arte, la diplomática, el derecho, la heráldica y la genealogía.
Debido a estas relaciones se le considera como una ciencia auxiliar, aunque según una perspectiva histórica se suele definir de una manera más amplia como la disciplina que tiene por objeto el estudio de los sellos bajo todos sus aspectos, independientemente de la época y de los usos que posean.
Otra disciplina relacionada con la sigilografía es la llamada esfragística, la cual estudia fundamentalmente el aspecto técnico y artístico de los sellos, centrándose más en el aspecto material y en el proceso de fabricación de los mismos.
La sigilografía y otras disciplinas
En sus orígenes, la sigilografía estuvo muy ligada a la diplomática, ya que antiguamente los sellos poseían casi exclusivamente un valor jurídico. De hecho el término aparece por primera vez citado en un tratado sobre diplomacia imperial.
La arqueología y la historia, cada una a su manera, cuentan también entre sus objetos de estudio a los sellos, ya que los consideran como fuentes y registros históricos a partir de los cuales se puede reconstruir el carácter y las costumbresde una época.
El sello medieval es uno de los más estudiados por los especialistas, ya que en la Edad Media era habitual que los reyes y otras figuras de autoridad recurrieran a su uso como única manera de certificar y avalar los documentos y escrituras.
Función de los sellos
El sello es un distintivo o señal de identidad y aprobación que poseía un gran valor en épocas antiguas. Era la manera de dar validez legal a un documento y era requisito indispensable para considerar a éste auténtico.
Por otra parte, existen los sellos de lacre o cera, que eran usados comúnmente como elementos de seguridad, al sellar cartas o documentos y así permitir la confidencialidad de los mismos.
Los sellos cumplían las funciones de una firma, en el sentido de autenticar y darle validez a cartas, comunicaciones, decretos y otros documentos legales. El sello, junto a la firma, eran dos elementos que en conjunto brindaban seguridad y protección a las comunicaciones escritas.
La sigilografía en la actualidad
Actualmente, gracias a las nuevas tecnologías, la sigilografía ha conocido un desarrollo que le permite determinar con mayor precisión el valor histórico de los sellos, en sus diferentes tipos, materiales y funciones.
Estos objetos tienen hoy un alto valor, según su antigüedad, importancia y rareza, por lo que son piezas de colección muy apreciadas por los conocedores de la materia.