Los lagartos son conocidos por ser criaturas duras y resistentes. Pueden sobrevivir en entornos difíciles, tolerar altas temperaturas e incluso regenerar sus colas cuando es necesario. Pero, ¿realmente regeneran las partes del cuerpo amputadas?
Sí, pueden.
Si eres como yo, seguro que alguna vez te has preguntado si una lagartija puede perder la cola y volver a crecer. La respuesta es sí.
Los lagartos tienen la capacidad de mudar la cola para escapar de los depredadores. De hecho, hay algunos lagartos que pueden dejar caer la cola si se sienten amenazados, pero nunca les vuelve a crecer. Son los llamados lagartos autótrofos. Lo hacen porque no pueden moverse muy rápido en tierra y así pueden alejarse del peligro más rápido que arrastrándose sobre el vientre o huyendo de él.
Si un lagarto no suelta la cola durante un ataque, puede haber otras razones por las que haya perdido la cola:
- Si un animal ha mudado recientemente su piel para prepararse para la muda, podría haber arrancado accidentalmente parte de su propio cuerpo al intentar alejarse de otra cosa (como otro animal). Esto podría causar algún daño, así como una hemorragia que provocaría una infección en cuestión de horas después de haber sido atacado por otro depredador o presa(s), como los pájaros que los devoran mientras están vivos, así que, por favor, ¡deje a estos animales en paz para que no sólo sobrevivan, sino que prosperen!
Cuando un lagarto pierde la cola, no le vuelve a crecer.
La respuesta corta es no. Si su lagarto pierde la cola, no le volverá a crecer.
Hay varias razones para ello:
- Los lagartos pueden soltar la cola rápidamente para escapar de los depredadores, como los gatos y los perros. Esto les permite sobrevivir para poder reproducirse y transmitir sus genes.
- A medida que los lagartos crecen, sus colas se alargan con la edad hasta que alcanzan la madurez sexual, momento en el que la cola deja de crecer. Algunas especies de gecko tienen una cola increíblemente larga y prensil que les sirve como extremidad extra para ayudarles a trepar y cazar insectos en árboles y arbustos (no tienen garras en las cuatro patas). Estas salamanquesas también tienen unas almohadillas especializadas llamadas láminas que se extienden desde la parte inferior de cada dedo para poder agarrarse a las ramas al trepar o caminar por grandes superficies. Esta adaptación hace que la pérdida de la cola sea menos problemática, ya que estos lagartos no la necesitan tanto; sin embargo, otras especies como los camaleones sí dependen de sus largas colas prensiles para mantener el equilibrio mientras corren por hábitats donde no hay muchas ramas disponibles para trepar.
Los lagartos tienen unos músculos especialmente diseñados en la base de la cola que hacen que se desprenda con facilidad.
Te sorprenderá saber que la cola de lagarto está hecha de queratina, al igual que sus escamas. Esta proteína especial hace que la piel y el pelo de la serpiente sean resistentes. También es muy flexible, lo que ayuda a los lagartos a escapar de los depredadores. La cola puede caerse sin dañar al lagarto porque no tiene huesos ni vasos sanguíneos, sólo un tubo de músculo y piel viscosa que se desliza fácilmente cuando está bajo presión (como cuando es atrapado por un depredador).
El tamaño de la cola de un lagarto adulto depende del tipo de animal del que se trate: Algunos tienen colas cortas que no se extienden más allá de su cuerpo; otros las tienen largas con múltiples segmentos o rizos cerca del final (se llaman quillas caudales). Y si alguna vez has visto a uno corriendo por la hierba después de haber perdido el agarre de algo resbaladizo -o incluso simplemente deslizándose por tu pie-, sabrás lo finos que son estos apéndices.
Los lagartos son capaces de soltar la cola rápidamente para huir de los depredadores, aunque esto no es del todo exitoso ya que algunos depredadores han aprendido a agarrar al lagarto que huye por la cola.
Los lagartos son capaces de soltar la cola rápidamente para huir de los depredadores, aunque esto no es del todo exitoso ya que algunos depredadores han aprendido a agarrar al lagarto que huye por la cola.
Los lagartos son capaces de soltar la cola rápidamente para huir de los depredadores, aunque esto no es del todo exitoso ya que algunos depredadores han aprendido a agarrar al lagarto que huye por la cola.
Una vez que la cola de un lagarto se ha desprendido, empezará a crecer de nuevo.
Las nuevas colas suelen ser más cortas, menos coloridas y menos sensibles al tacto que la cola original. De hecho, pueden ser tan diferentes que los lagartos pueden utilizarlas como forma de distinguir entre los miembros de su propia especie.
Sin embargo, las nuevas colas no tienen cerebro ni médula espinal propios.
En muchas especies de lagartos, la cola regenerada será más corta y menos colorida que la original.
En muchas especies de lagartos, la cola regenerada será más corta y menos colorida que la original. La razón es que la regeneración nunca es un proceso perfecto. Un buen ejemplo de ello es ver cómo las serpientes mudan de piel cada vez que les crece; no se hacen más grandes ni más pequeñas a medida que envejecen, pero sus cuerpos sí cambian con el tiempo a medida que mudan sus pieles viejas y les crecen otras nuevas.
El rebrote de la cola de lagarto tampoco es perfecto; es como cuando se pierde algo importante y se quiere sustituir: aunque se encuentre un objeto similar que se parezca mucho al que se perdió (como el mando de la televisión), siempre habrá diferencias de color o tamaño entre lo que se perdió y lo que lo sustituye (quizá sea azul en lugar de rojo).
Los lagartos pueden mudar la cola rápidamente para escapar de los depredadores, como los pájaros o las serpientes, que no pueden morder las escamas resistentes. Si un depredador consigue hacerse con la cola de su lagarto, no se preocupe demasiado por si sobrevivirá a la pérdida de su apéndice más importante: la regeneración se encarga de esos problemas con bastante rapidez.
Las lagartijas pueden mudar la cola para escapar de los depredadores e incluso pueden volver a hacerla crecer.
Como puedes ver, las lagartijas pueden mudar la cola para escapar de los depredadores. Cuando esto ocurre, la lagartija se convierte en un bicho raro sin cola durante unos días hasta que su nueva cola empieza a crecer de nuevo. A menudo no se trata de una sola cola nueva, sino de dos o más.
Sin embargo, si pierden su cola original no volverán a tenerla porque será sustituida por una completamente nueva que nunca será idéntica a la original. Además, la nueva cola será más corta y menos colorida que la original (por no hablar de que será menos elegante).
La lagartija no puede controlar este proceso: lo hacen sus genes y se produce en respuesta a determinados estímulos (como ser atacada por otro animal). Esta fascinante característica ha llevado a los científicos a estudiar con más detalle su base genética para entender mejor cómo se adaptan los animales a lo largo del tiempo a través de la evolución.
Conclusión
La próxima vez que una lagartija pierda la cola, no tengas miedo. Puede volver a crecer.