Los niños tienden a mostrar interés por las nuevas tecnologías y, en un mundo como el actual, esa innovación y capacidad imaginativa se puede desarrollar a través de la robótica educativa. Se trata de una disciplina de conocimiento útil para poner a prueba sus habilidades científicas, tecnológicas y matemáticas.
Qué es la robótica educativa
La robótica es una técnica que aplica la informática, el diseño y el empleo de aparatos que realizan operaciones o trabajos en sustitución de personas. Añadir el calificativo de educativa implica que se oriente desde la didáctica, para que los niños se introduzcan de manera lúdica en materias que, a priori, son más inaccesibles para ellos: las matemáticas, la ciencia, la ingeniería, etc.
La robótica para niños tiene un componente práctico fundamental: el diseño de robots. Pero más que una combinación de conocimientos prácticos y teóricos encaminados a que los pequeños se inicien en disciplinas científicas y tecnológicas, se configura como una herramienta pedagógica que consigue que los pequeños desarrollen también el pensamiento lógico, la imaginación y el trabajo en equipo.
En qué beneficia la robótica al desarrollo del niño
Los beneficios asociados a esta disciplina son la mejor respuesta a qué es la robótica educativa: ayuda a que quien se inicia en ella amplíe su capacidad de abstracción. Además, en el proceso de diseño y creación de robots para niños, los pequeños han de sortear diferentes retos y hallar soluciones concretas a partir de diseños gráficos e información técnica.
Esto permite desarrollar su inteligencia lógica y su capacidad de programación. Además, los proyectos de robótica se diseñan para que sean partícipes varios niños, de modo que se alimentan las dinámicas grupales, el razonamiento crítico y habilidades como el liderazgo o el debate sano.
Otro aspecto positivo de esta herramienta es que estimula la creatividad y el espíritu de emprendimiento de los niños. Así, desarrollan nuevas habilidades a base de experimentar con ensayos de prueba y error, lo que posibilita que los pequeños estimulen su capacidad de innovar, pensar de manera autónoma y emprender sus propios proyectos, además de que les ayuda a enfrentarse a la frustración desde una perspectiva que busca soluciones.
Cómo iniciarse en la robótica educativa
La robótica en los centros escolares aparece como parte de las asignaturas relacionadas con la tecnología, pero cada vez comienza a tener un papel más destacado. Así, los pequeños pasan a tener un rol más proactivo y dejan de ser meros espectadores.
Iniciarse en esta disciplina siendo niño no es una tarea complicada, pero sí requiere cierta capacidad de concentración y constancia, pues la programación juega un papel fundamental en ella. El mejor modo es hacerlo a partir de la enseñanza primaria.
En esta etapa se pueden utilizar herramientas como juguetes de construcción, sets infantiles o kits enfocados hacia la comprensión y el aprendizaje de cada una de las fases de construcción de robots para niños. Estos juegos se adecúan a la edad y al conocimiento de los pequeños, y permiten que sean ellos los que se encaminen a nuevos proyectos creativos.
Como vemos, la robótica educativa es, ante todo, una disciplina de carácter lúdico destinada a desarrollar otras áreas del conocimiento relacionadas con las ciencias, la tecnología, la ingeniería, las matemáticas y el pensamiento lógico.