Es un hecho muy triste de la vida que las malas noticias reciben más atención que las buenas.
Después de esto, las noticias sobre el estado actual de la industria de la aviación mundial deben ser muy populares, por decir lo menos.
Los eslóganes de los medios simplemente tienen la intención de atraer la atención y, en la mayoría de los casos, no cuentan la historia completa por diseño en lugar de supervisión.
A medida que se desarrolla la historia de las malas noticias, siempre hay algunos puntos de luz incrustados que pintan una imagen mucho más optimista que el titular mismo.
Quisiera llamar nuestra atención no sobre la retórica de la oscuridad y la desesperación, sino, de manera más realista, sobre esos puntos de luz que mantienen vivo el transporte aéreo hoy y formarán la base de nuestro futuro.
En primer lugar, el nivel de cooperación y colaboración entre las partes interesadas de la industria nunca ha sido más productivo que en la actualidad.
Hemos visto a la FAA y otros reguladores presentar exenciones y exenciones basadas en el riesgo con respecto a licencias, exámenes médicos y períodos de capacitación recurrentes para enfrentar de manera segura los desafíos de la autocuarentena y las operaciones reducidas.
A los asistentes de vuelo se les permite practicar el distanciamiento social a bordo al ocupar los asientos de pasajeros vacantes para el rodaje, el despegue y el aterrizaje.
Las autoridades aeroportuarias y las aerolíneas están trabajando juntas para garantizar una experiencia de viaje higiénica y sanitaria de extremo a extremo para nuestros pasajeros.
La OACI, EASA, FAA, Flight Safety Foundation y otras organizaciones brindan orientación significativa y médicamente sólida a pasajeros, tripulaciones de vuelo y personal de tierra sobre las mejores formas de gestionar el riesgo de contagio mientras realizan sus funciones esenciales.
En segundo lugar, este escenario actual seguramente no está grabado en piedra como nuestro futuro. No sucederá de la noche a la mañana, pero la industria se realineará y reconfigurará para operar efectivamente bajo la “nueva normalidad”.
Se recortarán las estructuras organizacionales, se cambiarán los procedimientos operativos estándar y se revisarán el contenido y las metodologías del programa de capacitación.
La supervisión de la garantía de calidad se centrará igualmente en los estándares de salud e higiene, así como en el cumplimiento normativo.
Haremos lo que siempre hemos hecho, pero de una manera nueva, más eficiente y consciente del contagio.
Por último, para llegar de aquí a allá, la industria dependerá de un liderazgo fuerte y enfocado que aborde los desafíos del mañana con la gente de hoy.
Los horarios de trabajo reducidos y los decrementos de compensación asociados nunca son bienvenidos.
Sin embargo, representan una alternativa mucho mejor a largo plazo que recortar drásticamente la fuerza laboral de la noche a la mañana y obligar a los empleados talentosos y experimentados a salir a la calle, lo que podría perderlos para siempre.
No hay duda de que todos en nuestra industria ahora entienden lo que nuestra falta de preparación y minimización colectiva del riesgo ha significado realmente para nuestra forma de vida.
La otra cara de la moneda es que ahora, más que nunca, todos estamos dispuestos a participar plenamente en la resolución colectiva de problemas bajo un liderazgo creíble para recuperar y asegurar el futuro.
nos recuperaremos Seremos diferentes, pero nos recuperaremos.
Como líderes mundiales de la industria de la aviación, continúen predicando con el ejemplo de una manera positiva y creíble, reconociendo los desafíos del presente, mientras conducen a sus respectivas organizaciones hacia un nuevo futuro.
¡Por favor, mantente a salvo!