Nuestros calendarios son un gran ejemplo del modo en que los humanos intentan constantemente dar sentido al mundo, y nos dicen mucho sobre quiénes somos como personas. Nuestros calendarios han cambiado muchas veces a lo largo de los años, y cada cambio se ha basado en lo que ocurría en ese momento concreto de la historia. Veamos, pues, cómo han llegado los calendarios a su estado actual.
El año tiene 365,24219 días.
El año tiene 365,24219 días. Esto significa que la duración exacta del año cambia con el tiempo, ya que al variar la órbita de la Tierra alrededor del Sol, también varía su velocidad y, por tanto, el tiempo que tarda en completar una revolución completa.
Como puede imaginarse, esta cuestión es objeto de debate entre los estudiosos y los científicos: ¿es exacto nuestro calendario? Desde luego, no es perfecto. La duración exacta de nuestro año civil varía ligeramente a lo largo del tiempo debido a diferentes factores (como los patrones estacionales) que afectan a la rapidez o lentitud con que la Tierra orbita el Sol cada año.
El calendario es una invención humana.
Es difícil de creer, pero los calendarios son en realidad un invento relativamente nuevo. Sin embargo, los seres humanos llevan miles de años tratando de organizar el tiempo. De hecho, algunos estudiosos sostienen que una de las razones por las que los humanos empezaron a utilizar calendarios fue porque querían saber su edad para saber cuándo podrían empezar a tener hijos, o para saber cuándo sus madres tenían la menopausia y, por tanto, cuándo sería seguro pedirles dinero.
Pero, ¿qué es exactamente un calendario? Según Merriam-Webster, es “un sistema para regular y registrar el tiempo” que nos ayuda a llevar la cuenta de los días y los meses. También es “un plan o método prescrito por la costumbre o el hábito”. Y los calendarios no se limitan a nuestro planeta: Existen en todo el universo (aunque todavía no tenemos pruebas). Entonces, ¿por qué los utilizamos? A continuación hemos recopilado información sobre los calendarios.
Los humanos llevan miles de años intentando organizar el tiempo.
Al principio, no había calendario. La gente se levantaba y seguía sus días sin ningún tipo de plan.
Pero entonces inventaron los calendarios, que son una forma de organizar el tiempo para coordinar las actividades sociales. Los primeros calendarios fueron desarrollados por los humanos hace miles de años, cuando la gente empezó a escribir su historia en tablillas de arcilla y de piedra.
Julio César introdujo el calendario juliano.
El calendario juliano fue introducido en el año 46 a.C. por Julio César. Su nombre se debe a que el calendario romano, que se basaba en los meses lunares, se había desincronizado con las estaciones. El nuevo calendario se diseñó para corregir este problema basándose en la astronomía y las matemáticas en lugar de la religión.
El calendario de Julio César tenía demasiados días bisiestos.
El calendario de Julio César tenía demasiados días bisiestos.
El calendario de Julio César tenía demasiados días bisiestos porque se basaba en la duración del año.
La iglesia católica romana reorganizó el calendario en 1582.
La Iglesia Católica Romana reorganizó el calendario en 1582. Bajo su nuevo sistema, cada año se dividía en dos mitades: una mitad par y otra impar. Las mitades pares se consideraban bisiestas si eran divisibles por 4. Para que un año fuera bisiesto, tenía que ser divisible por 4 Y no divisible por 100, a menos que ese número fuera también divisible por 400 (algo muy raro). Por eso tenemos años bisiestos cada cuatro años, excepto los que no son divisibles por 400, porque esos ya se consideran “bisiestos”.
El calendario gregoriano se adoptó en Europa (incluida Gran Bretaña) pero no en todas partes; Portugal no lo utilizó hasta 1911, Grecia hasta 1923 y Rusia hasta 1918. Desde entonces, la mayoría de los países han seguido su ejemplo y han adoptado esta nueva forma de llevar la cuenta del tiempo para que ya no tengamos ninguna confusión sobre qué fecha es cuando hacemos nuestros cheques o miramos nuestras nóminas
El Papa Gregorio XIII decretó que cada cuatro años sería bisiesto, excepto los años del siglo no divisibles por 400.
Aunque tenemos una idea bastante clara de quién inventó nuestro calendario, todavía hay cierto misterio en torno a los detalles exactos. Si bien está claro que el Papa Gregorio XIII instituyó el calendario gregoriano, no está claro cómo determinó cuándo comenzarlo.
El Papa Gregorio XIII decretó que cada cuatro años serían bisiestos, excepto los años centenarios no divisibles por 400. También decretó que cada cien años serían bisiestos, excepto los años centenarios no divisibles por 400.
Algunos países mantuvieron el calendario juliano durante siglos después de que se adoptara el gregoriano en Europa, como Rusia y Grecia.
Algunos países mantuvieron el calendario juliano durante siglos después de la adopción del calendario gregoriano en Europa, como Rusia y Grecia. La Revolución Rusa de 1917 fue el 23 de febrero, según el calendario juliano. El calendario gregoriano se utiliza hoy en día en la mayor parte del mundo.
Sólo Etiopía y Afganistán siguen utilizando el antiguo calendario juliano en lugar del gregoriano.
- Afganistán y Etiopía son los únicos países que siguen utilizando el calendario juliano.
- El calendario gregoriano se introdujo en 1582.
- El calendario gregoriano es el más utilizado en el mundo.
- El calendario juliano fue introducido por Julio César.
La historia de los calendarios es una lección sobre cómo las civilizaciones cambian con el tiempo.
Se ve que los calendarios se parecen mucho a las personas: no son perfectos y evolucionan con el tiempo. También está claro que los humanos llevan miles de años intentando organizar el tiempo. El calendario es otro de nuestros grandes inventos. Aunque es posible que nunca se sepa quién inventó el calendario moderno, podemos afirmar con certeza que seguirá cambiando en el futuro mientras intentamos adaptarlo mejor a nuestro mundo en constante cambio.
Conclusión
Espero que este artículo le haya servido para comprender mejor cómo surgió nuestro calendario. Como todos sabemos, no se creó de la noche a la mañana: se necesitaron muchos años de pruebas y errores antes de que Julio César pudiera introducir el calendario juliano (e incluso entonces no era perfecto). Pero la humanidad siempre se esfuerza al máximo, y si la historia nos ha enseñado algo, es que la gente lo ha estado intentando durante miles de años.