¿Qué quiere decir que un metal es conductor?

El término “conductor” se refiere a la capacidad de un material para transmitir electricidad o calor. En otras palabras, es lo bien que algo mueve la energía a través de sí mismo. Muchos metales son buenos conductores eléctricos porque pueden mover fácilmente los electrones de un átomo a otro sin resistencia. Los distintos materiales también son mejores conductores dependiendo de su estructura y composición; por ejemplo, el agua pura (H2O) no es un buen conductor de la electricidad, pero el agua salada conduce muy bien la electricidad debido a los iones que hay en la solución, como el cloruro de sodio NaCl). Así que tenlo en cuenta a la hora de decidir qué ollas y sartenes de metal son las mejores para cocinar.

Los conductores son objetos que permiten que la electricidad fluya a través de ellos.

Los conductores son objetos que permiten que la electricidad fluya a través de ellos. Un conductor suele ser un metal; otros materiales, como el caucho y el plástico, no son buenos conductores de la electricidad. Algunos materiales, como el vidrio y la madera, son buenos aislantes de la electricidad.

La conductividad es una medida de lo bien que un objeto permite que la electricidad fluya a través de él.

Cuando piensa en la conductividad, probablemente piensa en la electricidad. Y eso tiene sentido. La palabra “conductividad” suele utilizarse para describir la capacidad de un objeto para permitir que la electricidad fluya a través de él. La conductividad se mide en unidades denominadas Siemens por metro (S/m), y cuanto más alto sea este número, más electricidad puede fluir a través del objeto. ¿Qué tiene esto que ver con los metales?

Resulta que la mayoría de los metales son extremadamente conductores. Los metales son incluso más conductores que otros materiales, como el agua o el plástico, porque permiten que los electrones de un átomo se muevan libremente de un átomo a otro sin ser bloqueados por otros átomos entre ellos. Esto significa que los metales tienen valores muy altos para sus relaciones S/m en comparación con los no metales: ¡son mucho mejores para permitir el movimiento de los electrones a través de ellos que los no metales!

La conductividad es la capacidad de un material, como el metal o el agua, para conducir el calor.

La conductividad es la capacidad de un material, como el metal o el agua, para conducir el calor. Los materiales que no permiten que el calor fluya a través de ellos se denominan no conductores. Los materiales que permiten que el calor fluya a través de ellos se denominan conductores.

El calor se desplaza desde las zonas más calientes (temperaturas más altas) a las más frías (temperaturas más bajas). Normalmente se transfiere a través de los materiales por conducción. La conducción se produce cuando una molécula de una sustancia se calienta y comienza a moverse con la suficiente rapidez como para chocar con las moléculas vecinas y transferirles parte de su energía. En los metales, este movimiento se produce muy rápidamente porque sus átomos están muy poco compactados, por lo que es más fácil que las vibraciones del calor y las partículas de la materia, como las moléculas de oxígeno, entren en contacto entre sí desde el exterior, en lugar de quedar bloqueadas por obstáculos como las bolsas de aire entre las capas si estuvieran unidas de otra manera: ¡esto hace que los metales sean buenos conductores!

El agua pura (H2O) no es un buen conductor de la electricidad, pero el agua salada puede conducirla.

Mientras que el agua (H2O) no es un conductor especialmente bueno, el agua salada puede conducir la electricidad. Esto se debe a que los iones positivos y negativos del agua salada crean un gradiente eléctrico dentro de la solución que le permite conducir la corriente. La cantidad de sal necesaria para que una solución sea conductora depende del metal que se utilice como electrodo positivo y del que se utilice como electrodo negativo. Por ejemplo:

  • El sulfato de cobre (CuSO4) tiene una tensión de 1,95 voltios
  • El cloruro de sodio (NaCl), o sal de mesa común, tiene un voltaje de 1,55 voltios.

Los diferentes metales conducen el calor a diferentes velocidades, lo que significa que algunos metales son mejores para cocinar que otros.

En términos de conductividad, los metales se dividen en dos categorías: conductores del calor y aislantes del calor. Los aislantes del calor son los materiales que no conducen bien el calor en absoluto, como el plástico. Los conductores del calor son los que lo hacen de forma eficiente, entre ellos la mayoría de los metales. La velocidad a la que una sustancia conduce el calor depende de su estructura y composición (en otras palabras, de los elementos o compuestos que contiene).

Los distintos metales conducen el calor a velocidades diferentes, lo que significa que algunos metales son mejores para cocinar que otros. El cobre es un buen conductor tanto de la electricidad como del calor; se utiliza en los cables eléctricos porque transfiere la electricidad de forma eficaz sin generar una cantidad excesiva de carga estática o una descarga eléctrica cuando se toca con las manos secas; también se utiliza habitualmente en las ollas y sartenes porque se calienta de forma rápida y uniforme sin deformarse a altas temperaturas como ocurre con otros metales.

Los metales que conducen mal la electricidad, pero que permiten que la corriente eléctrica fluya a través de ellos, pueden ser útiles para otros fines, además de los utensilios de cocina. Por ejemplo: el papel de aluminio no tiene mucha resistencia mientras que los cubiertos tienen bastante más resistencia (lo que significa que los electrones no fluyen a través de los cubiertos con facilidad). Esto hace que el papel de aluminio sea útil para envolver alimentos como sándwiches o trozos de pizza antes de meterlos en el microondas, pero haría que los cubiertos fueran muy difíciles de usar como tales.

Las propiedades eléctricas y físicas de los metales los hacen útiles en múltiples aplicaciones, incluyendo las líneas eléctricas y los utensilios de cocina.

Hemos aprendido que la conductividad es una propiedad importante de los metales. La capacidad de un material para conducir la electricidad es esencial en la industria electrónica y en otras aplicaciones, como las líneas eléctricas y los utensilios de cocina.

Los metales son buenos conductores porque permiten que los electrones se muevan libremente a través de ellos. Los electrones transportan carga eléctrica que puede transferirse entre átomos mediante reacciones químicas o al pasar por un conductor metálico como el cable de cobre.

Si quieres saber más sobre las propiedades de los metales, echa un vistazo a este artículo sobre la cantidad de calor que hace que el metal se funda.

Conclusión

La conductividad es una propiedad física que se puede observar en la vida cotidiana. Si algo no es conductor, la electricidad no fluye a través de él. Por eso los metales se utilizan en tantas aplicaciones diferentes.

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