¿Qué comía un dinosaurio?

¿Qué comía un dinosaurio? Esta es una de las preguntas más frecuentes que recibimos en el museo. De hecho, es tan frecuente que a veces nos gustaría poder decir a la gente que vuelva dentro de dos millones de años y pregunte de nuevo. Gracias a una cuidadosa investigación, los científicos han podido descubrir cómo comían los dinosaurios y cómo cambiaron sus hábitos alimenticios a lo largo del tiempo. Hemos elaborado esta guía para explicar cómo los paleontólogos averiguan lo que comía un dinosaurio basándose en su anatomía.

Los científicos utilizan pistas del pasado para averiguar qué comían los dinosaurios.

Para saber qué comía un dinosaurio, los científicos utilizan pistas del pasado para averiguar qué comían los dinosaurios.

Las pistas se encuentran en los fósiles y en los huesos conservados en las rocas. Los fósiles son restos conservados de plantas, animales y otros organismos. Los huesos pueden informarnos sobre la dieta y el estilo de vida.

Algunos dinosaurios tenían dientes afilados y poderosas mandíbulas para comer carne.

Algunos dinosaurios tenían dientes afilados y poderosas mandíbulas para comer carne. Algunos dinosaurios tenían picos romos, no tenían dientes y pueden haberse alimentado de cadáveres. Algunos dinosaurios se alimentaban de plantas.

Algunos de los dinosaurios más grandes que comían carne se llamaban carnívoros. Los carnívoros suelen tener dientes largos y afilados para desgarrar la carne o los caparazones duros. Los animales que se alimentan de plantas se llamaban herbívoros porque sólo comían plantas (herbívoro significa “comedor de plantas”).

Algunos dinosaurios tenían picos romos y sin dientes.

Algunos dinosaurios tenían pico y no tenían dientes, mientras que otros no tenían ni pico ni dientes. Algunos de estos animales eran herbívoros (comían plantas), mientras que otros eran carnívoros (comían carne). Esto significa que comían alimentos diferentes. Los herbívoros suelen tener dientes afilados, mientras que los carnívoros tienen dientes planos y garras que les ayudan a atrapar a sus presas.

Algunos dinosaurios hurgaban en los cadáveres.

Algunos dinosaurios tenían un fuerte sentido del olfato.

Algunos dinosaurios tenían cuellos y picos largos.

Algunos dinosaurios tenían dientes afilados.

Algunos dinosaurios eran carnívoros, otros eran herbívoros.

Los dinosaurios herbívoros tenían dientes planos para triturar hojas, tallos y otras materias vegetales.

En su mayor parte, los dinosaurios eran herbívoros. Sus dientes estaban adaptados para comer plantas. Los dientes de los dinosaurios herbívoros tenían superficies planas y bordes afilados para triturar hojas, tallos y otras materias vegetales. Los dinosaurios carnívoros tenían los dientes aserrados o afilados para poder arrancar bocados de carne de sus presas.

El tamaño y la forma de los dientes variaban enormemente entre las distintas especies de dinosaurios; algunos tenían dientes diminutos, en forma de aguja, que podían estar cubiertos por una capa de mucosidad para atrapar insectos en vuelo; otros tenían mandíbulas grandes y poderosas, revestidas de dientes afilados como cuchillas, que podían desgarrar la carne como unas tijeras que cortan el papel.

Algunas criaturas no tenían brazos (como los tiburones), mientras que otras tenían cuatro patas además de aletas o alas (como los delfines). Algunos poseían ambos conjuntos.

Los herbívoros solían comer plantas bajas debido a la longitud de sus cuellos.

Era muy común que los herbívoros tuvieran cuellos y patas largos. Sus largos cuellos les ayudaban a alcanzar las hojas de las copas de los árboles altos, mientras que sus largas patas les ayudaban a alcanzar las plantas que estaban bajas en el suelo. Los herbívoros también tenían dientes planos que les permitían aplastar la hierba u otra materia vegetal.

La forma en que estaba construido el cráneo de un dinosaurio puede indicarnos si era carnívoro o vegetal.

La forma en que se construyó el cráneo de un dinosaurio puede indicarnos si era carnívoro o vegetal. Los cráneos de los dinosaurios carnívoros estaban construidos para ser eficientes en la caza y la matanza. Sus dientes eran afilados y sus mandíbulas tenían una gran amplitud de movimiento para poder morder a sus presas. Los cráneos de los dinosaurios herbívoros tenían dientes parecidos a los de las hojas, que no eran útiles para atrapar a las presas, pero podían triturar hojas y tallos duros.

El hecho de que estos diferentes tipos de dinosaurios existieran nos dice algo sobre el suministro de alimentos durante la era Mesozoica, cuando todas estas especies vivían juntas en la Tierra como parte de un ecosistema (no el nuestro). Aunque muchos animales modernos han desarrollado sistemas digestivos diseñados para descomponer diferentes fuentes de alimentos, la mayoría de las criaturas prehistóricas sólo necesitaban un tipo de sistema intestinal, ¡porque entonces no había otras opciones!

Conclusión

Sabemos que los dinosaurios tenían una gran variedad de dietas, pero una cosa es segura: ¡todos tenían dientes! Esto significa que, si piensas buscar fósiles en tu jardín este verano, debes estar atento a los dientes y a otras señales de comidas antiguas. Si encuentras algo interesante, llévalo a un museo para que los expertos puedan averiguar qué tipo de dinosaurio comía allí hace miles o incluso millones de años.

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