La premisa es un concepto que se usa en muchos momentos de nuestra vida. Esto se debe a que una premisa se puede, en todo caso, definir de manera muy coloquial, como aquello que servirá como la base de los debates y discusiones que tenemos en el día a día.
Premisa está compuesta por dos términos que provienen del latín. Estos serían, el prefijo “prae” que significa antes, y el término “missus” que significa enviado o mandado. La palabra completa es praemissus, que significa enviado con anticipación o prevenido.
Una premisa es en general aquello que se da de antemano como algo que es cierto o falso dentro de una conversación o discusión, ya luego de esto es que las personas argumentan para poder llegar a una conclusión de dicha premisa.
Ejemplo
Un fácil ejemplo para poder identificar cuál es la premisa en una conversación puede ser, que estamos en una discusión con nuestros familiares sobre por qué el croissant es el mejor pan que sirven en la panadería local.
En este ejemplo, a pesar de que cada quien piensa en una razón distinta de porque ese tipo de pan es el mejor, desde un principio se marca como base de la discusión que el croissant es, en esencia, el mejor pan de la panadería local.
En general la existencia de la premisa, dentro de lo que sería un argumento válido y creíble, implica directamente a la conclusión, ya que para que un argumento sea creíble, es necesario que la conclusión sea una consecuencia coherente de la idea que se encuentra como premisa.
Sin embargo, no es necesario que la premisa implique a la conclusión para que una proposición pueda ser una premisa y esto se debe principalmente a que la importancia de la premisa no recae en su rol, sino en su lugar en el argumento.
Característica de una premisa
Aquí vamos a hablar de algunas características importantes que debes de saber para poder entender correctamente a la premisa y su función y uso en un argumento.
La primera característica de las que vamos a hablar es sobre la cantidad de premisas que puede haber en un argumento.
Curiosamente, se puede tener toda la cantidad de premisas que se necesiten antes de llegar a la conclusión.
La segunda es que así como existen razonamientos que tienen una premisa, también hay razonamientos que pueden tener más de una premisa. Por ejemplo, en los silogismos ordinarios de dos premisas podemos encontrar que las dos premisas se diferencian entre sí. Es decir, habrá una premisa mayor y una menor.
En estos casos la premisa mayor funciona como el predicado de la conclusión mientras que la premisa menor funciona como el sujeto de la misma.
También es bueno mencionar que podemos conseguir que en algunas ocasiones sea necesario el hacer uso de premisas subsidiarias para que se pueda alcanzar la conclusión de algunos razonamientos.
Esto es, un poco en resumen, que hay veces en que se ha de suponer más información de la que se contempla en el razonamiento.