Probablemente esté acostumbrado a mantener la puerta de su frigorífico siempre cerrada. Pero, ¿por qué? ¿Por qué, exactamente, es necesario? Bueno, resulta que hay varias razones para esta regla. La principal es la seguridad de los alimentos: mantener constante la temperatura del interior del frigorífico garantiza que todo se mantenga fresco y sea seguro para el consumo. Pero hay otra razón por la que deberías dejar las puertas del frigorífico cerradas: ¡ahorra energía!
Mantener la puerta de la nevera cerrada es una obviedad.
La parte de la cocina que más a menudo se mantiene cerrada es la puerta del frigorífico. Es fácil entender por qué, ya que los frigoríficos se mantienen a una temperatura más baja que la de otras habitaciones de la casa, y abrirlos hará que trabaje más de lo necesario. Además, si vives en una casa con mascotas o niños pequeños que aún no han aprendido a limpiar lo que ensucian (o si tú mismo eres una de estas personas), mantener la puerta del frigorífico cerrada es una excelente manera de mantener esos pequeños desórdenes contenidos.
Pero la verdadera razón por la que mantenemos los frigoríficos cerrados no es sólo porque se ahorra energía: ¡también mantiene los olores fuera de las otras habitaciones! Cuando alimentos como la cebolla o el ajo se calientan lo suficiente fuera de su envase, liberan todo tipo de olores en el aire que los rodea, ¡y a veces incluso más allá de donde se encuentran! No quieres que esto ocurra en tu salón mientras ves la televisión en el sofá… pero por suerte hay otra solución: ¡mantener la puerta de la cocina cerrada!
Los frigoríficos se mantienen a una temperatura elevada por razones de seguridad alimentaria.
Para garantizar la seguridad de los alimentos que almacena en su frigorífico, es importante mantener la puerta cerrada.
Muchos de nosotros sabemos por qué los frigoríficos y congeladores deben mantenerse a bajas temperaturas: evitan el deterioro y las quemaduras por congelación. Pero hay muchas otras razones por las que mantener la puerta de la cocina cerrada es una buena idea.
Una de las razones es que las bacterias se desarrollan en entornos cálidos y húmedos, y esto se puede encontrar en cualquier parte de nuestra casa donde se almacenen alimentos, especialmente en aquellos lugares donde se guardan alimentos húmedos o potencialmente peligrosos, como carnes crudas y huevos, cerca de aperitivos secos como patatas fritas o galletas. Esto supone una oportunidad para que bacterias nocivas como la E. coli o la salmonela se propaguen a otros alimentos que los tocan durante su preparación (o incluso simplemente cuando están en las estanterías abiertas). Al mantener las puertas cerradas, se reduce la posibilidad de que estos patógenos entren en contacto con otros alimentos antes de que se cocinen lo suficientemente bien como para que no causen enfermedades al ser consumidos por los humanos.
Abrir las puertas puede hacer que tu frigorífico trabaje más de lo necesario.
Abrir la puerta hace que el frigorífico tarde más tiempo en volver a enfriarse una vez que has metido algo dentro. Si abre la puerta con frecuencia, los alimentos se estropearán más rápido, ya que estarán sin refrigeración durante más tiempo.
La puerta de la cocina está pensada para mantener ciertos olores fuera del resto de la casa.
La puerta de la cocina está pensada para mantener ciertos olores fuera del resto de la casa.
No es ningún secreto que cocinar puede producir algunos olores bastante desagradables, y esos olores de la cocina (especialmente si tiene un fumador en la familia) pueden viajar por toda la casa. Esto puede no ser deseable para algunas personas que quieren disfrutar de sus casas sin tener que preocuparse de que los malos olores les den dolores de cabeza o les hagan sentir mal. Algunas personas incluso padecen alergias o asma provocadas por los aromas de la cocina. Así que mantener esta puerta cerrada ayuda a mitigar algunos de estos problemas.
Mantener las puertas del frigorífico y de la cocina cerradas ahorra energía y mantiene los alimentos seguros.
- Mantener las puertas del frigorífico y de la cocina cerradas, especialmente cuando no se utilizan, ayuda a conservar la energía.
- Cerrar la puerta también es una buena manera de mantener los alimentos a salvo de los olores y otros contaminantes que pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos, ¡un gran inconveniente para cualquiera que coma de su nevera!
Conclusión
Mantener la puerta del frigorífico cerrada ahorra energía y mantiene los alimentos seguros. ¿Tienes más preguntas sobre la importancia de mantener las puertas de la cocina cerradas? Háganoslo saber en los comentarios.