Cuando te bañas o te lavas las manos, la piel de las manos y los pies puede arrugarse. Esto se debe a que la epidermis (la capa más externa) de estas zonas se hincha y presiona la dermis (la capa más interna).
Las arrugas, muy comunes en las manos y los pies, son una adaptación natural de la piel al agua.
Cuando se sumergen las manos en el agua, aparecen pequeñas arrugas en la piel. Están causadas por un reflejo llamado “respuesta de arrugamiento”. La respuesta de arrugamiento es un reflejo desarrollado evolutivamente que aumenta la capacidad de agarre de las superficies húmedas.
Este reflejo se produce cuando los “corpúsculos de Meissner” perciben el contacto con el agua y envían señales a las fibras nerviosas cercanas que activan el movimiento de los músculos de la palma de la mano, haciendo que se contraigan y se arruguen, aumentando la fricción entre la superficie mojada y la piel tensada.
Cuando se moja, la epidermis (la capa más externa), se hincha y presiona la dermis (la capa interna) desencadenando un reflejo desarrollado evolutivamente que provoca las arrugas.
La piel está formada por tres capas:
- La epidermis (la capa más externa)
- La dermis (la capa interna)
- Una capa de tejido graso llamada capa subcutánea, que separa la epidermis y la dermis.
Esta reacción se produce gracias a unos receptores llamados “corpúsculos de Meissner” que se encuentran en la piel. Estos detectan los cambios de temperatura, el tacto ligero y otras sensaciones.
Los corpúsculos de Meissner son receptores sensoriales. Detectan el tacto, los cambios de temperatura y otros estímulos. Los corpúsculos de Meissner son sensibles a la presión y a las vibraciones. Estos receptores se encuentran en la dermis de la piel, así como en las yemas de los dedos, las palmas de las manos y las plantas de los pies.
La piel arrugada aumenta la superficie, lo que facilita el agarre de los objetos.
La piel arrugada aumenta la superficie de las manos, lo que facilita el agarre de los objetos. La piel arrugada también permite retener más agua, lo que significa que las manos arrugadas tienen más probabilidades de permanecer secas. Esto facilita el uso de las manos en condiciones de humedad, como cuando se sostiene un vaso de agua o se ponen guantes mojados.
El arrugamiento de las yemas de los dedos humanos es una adaptación natural que nos ayuda a agarrar mejor los objetos con los dedos mientras están en el agua. Una vez que los dedos están fuera del agua, la arruga se detiene porque ya no es necesaria la fuerza de agarre adicional.
Por eso los antebrazos y los dedos se arrugan a un ritmo mucho más rápido cuando se sumergen en el agua.
El principal objetivo de la piel es proteger al cuerpo de los estímulos externos, como la temperatura y los agentes patógenos. También actúa como barrera para evitar la pérdida de agua y mantener alejadas las sustancias químicas nocivas. La epidermis es la capa más externa de la piel, mientras que la dermis se encuentra debajo y contiene las terminaciones nerviosas que envían señales al cerebro cuando algo toca la piel.
Cuando pones la mano en el agua durante demasiado tiempo (por ejemplo, más de cinco minutos), la epidermis se irrita por un elemento llamado hialuronano debido a su alto contenido en sal (agua salada). Esto provoca una inflamación dentro de estas capas de las células de la piel de tus brazos -conocida como edema- que hace que las arrugas aparezcan mucho más rápido de lo habitual debido al aumento de la actividad celular durante este proceso.
Cuando te lavas las manos o te sumerges en la bañera, tu piel se arruga porque esta acción permite que tu piel absorba más agua.
Ahora que sabes más sobre las arrugas, quizá te preguntes por qué la piel se arruga cuando se moja. Pues bien, todo tiene que ver con el agua. Cuando las manos y otras partes del cuerpo se sumergen en el agua, absorben más agua de lo habitual. Esta absorción hace que la piel se estire y se arrugue para aumentar su superficie y poder absorber aún más agua.
Cuando la piel absorbe la humedad de otra fuente, como el sudor o el aceite, en lugar de agua líquida pura (como la lluvia), no se arruga tanto porque no hay tanta presión en su capa más externa, ya que no está siendo arrastrada por la gravedad. Pero si estamos hablando de H2O líquido puro… ¡ahí es donde salen a jugar esas arruguitas!
Conclusión
Las manos arrugadas forman parte del proceso normal de envejecimiento. Así que, si te preocupan las arrugas, deja de hacerlo. Si te preocupas constantemente por ellas, las empeorarás.