Por qué hay estaciones del año

En los cursos iniciales de Educación Primaria, a los alumnos se les suele explicar por qué hay estaciones afirmando que estas dependen de las distintas distancias de la Tierra al Sol durante su órbita en torno a este último.

El dato no es correcto y se trata de una simplificación pedagógica que se realiza para que los niños de edades tempranas la comprendan fácilmente. Es en cursos posteriores cuando se facilita la verdadera explicación, pero lo cierto es que muchos adultos terminan archivando como buena en su mente la versión más infantil del asunto, dado que no han comprendido bien la auténtica.

Así que vamos a repasar cuáles son las cuatro estaciones climáticas, conocer sus fechas exactas y saber cuál es la verdadera razón de que existan.

Las estaciones climáticas: ¿cuáles son?

Seguro que todos conocemos a la perfección cuáles son las estaciones climáticas de la Tierra, pero también es seguro que muchos lectores ya han olvidado las fechas de comienzo y fin de cada una. En el hemisferio Norte son estas:

  • Primavera: dura desde el 20 de marzo hasta el 21 de junio.
  • Verano: se extiende entre el 21 de junio y el 23 de septiembre
  • Otoño: se inicia el 23 de septiembre y finaliza el 21 de diciembre.
  • Invierno: la estación más fría del año empieza el 21 de diciembre y termina el 20 de marzo.

Y en el hemisferio Sur es verano cuando aquí es invierno, otoño cuando aquí es primavera, invierno cuando aquí es verano y primavera cuando aquí es otoño.

Además, en las zonas ecuatoriales y tropicales solo hay dos estaciones, la húmeda y la seca y en los polos otras dos, la nocturna y la diurna.

Podemos complicarlo más aún, porque las estaciones tampoco son iguales según la latitud: el verano de Copenhague es casi tan frío como el invierno de Cádiz, pese a que ambas poblaciones se encuentran en el hemisferio Norte.

Todo esto parece un poco lioso, pero, como casi todo, tiene su explicación científica, así que conozcámosla:

Por qué existen las estaciones

Mientras la Tierra gira sobre su eje, dando lugar a la noche y el día, también se mueve alrededor del sol en una órbita elíptica que requiere unos 365 días y 6 horas para completarse.

Pero resulta que el eje de rotación de la Tierra está inclinado con respecto a su plano orbital. Esto es lo que provoca las estaciones. Cuando uno de los extremos del eje de la tierra apunta hacia el sol, es verano para ese hemisferio porque la radiación solar incide ahí con más fuerza y calienta más.

Mientras tanto, el extremo del eje del otro hemisferio apunta en la dirección contraria, por lo que es invierno. A medio camino, están las estaciones intermedias de la primavera y del otoño, intercambiadas en cada hemisferio.

¿No has entendido la explicación? No es de extrañar, porque no es sencillo visualizar el fenómeno. Para hacerlo, coge un papel y una linterna: dirige la luz de la linterna perpendicularmente hacia el papel, de modo que veas un círculo iluminado. Toda la luz de la linterna estará concentrada en ese círculo.

Ahora inclina progresivamente el papel y verás que el círculo se va estirando hasta convertirse en una alargada elipse. Toda la luz sigue estando en esa elipse, pero su intensidad es mucho menor, especialmente en el extremo más lejano de la elipse.

Lo mismo que acabas de ver sobre el papel ocurre con la luz del Sol y la superficie de los hemisferios de la Tierra: cuando la luz solar incide casi perpendicularmente sobre un hemisferio, calienta mucho más la zona y por eso es verano. Y cuando la luz solar incide con mucha inclinación nos calienta poco y es invierno.

El hemisferio norte recibe la máxima radiación solar el día 21 de junio y la mínima hacia el 21 de diciembre. Esto corresponde al comienzo astronómico del invierno y del verano.

Como los puntos intermedios de radiación ocurren alrededor del 21 de marzo y del 21 de septiembre, son esas fechas las que marcan en nuestro hemisferio los comienzos de la primavera y del otoño, las estaciones intermedias.

Estaciones del año astronómicas y estaciones del año meteorológicas

Una curiosidad que has de conocer es que los meteorólogos no se basan para sus cálculos en las 4 estaciones climáticas astronómicas, sino en otras denominadas estaciones meteorológicas.

Se trata de un convenio científico internacional que no se basa en los movimientos astronómicos de la Tierra respecto al Sol, sino en los ciclos anuales observados de temperatura.

Así, las estaciones del año meteorológicas son:

  • Primavera: del 1 de marzo al 31 de mayo
  • Verano: del 1 de junio al 31 de agosto
  • Otoño: del 1 de septiembre al 30 de noviembre
  • Invierno: del 1 de diciembre al 28 de febrero (29 de febrero si es año bisiesto)

Ahora ya sabes por qué hay estaciones climáticas y que, cuando oigas a un meteorólogo hablar de ellas, debes andarte con cuidado: puede que se esté refiriendo a las estaciones astronómicas o a las meteorológicas, dependiendo del tema que esté tratando. Añadimos que a nosotros casi nos parecen más lógicas las fechas establecidas por los meteorólogos que las que fija la astronomía. ¿Y a ti?

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