Las peonzas son muy divertidas para jugar. Además, son muy fáciles de girar y de mantener el giro, por lo que han estado presentes durante tanto tiempo. Una peonza puede girar porque su forma le ayuda a mantenerse estable. Es lo mismo que impide que los objetos se caigan cuando se inclinan hacia un lado u otro: aunque la gravedad quiera que se caigan, su forma les da la suficiente estabilidad como para que no se caigan.
Una peonza puede seguir girando por su forma
La peonza es un ejemplo de giroscopio. Tiene dos ejes de rotación, y estos ejes forman un ángulo recto entre sí.
La peonza tiene un extremo puntiagudo, lo que significa que tiene algo llamado momento de inercia alrededor de su centro de gravedad. Esto significa que si tratas de mover la parte superior fuera de su eje, se necesitará más fuerza que si simplemente tratas de hacerla girar en su lugar sin alejarla de su eje.
Una peonza puede seguir girando por la forma en que se mueve
La peonza es un juguete que existe desde hace mucho tiempo. Es de madera, plástico o metal y tiene forma de cono invertido. La peonza se hace girar sobre su eje sujetándola con una mano mientras la otra la hace girar. Esto provoca una fricción entre la superficie de la mesa y la base de la peonza, lo que le permite seguir girando en un lugar sin caerse o detenerse.
La razón por la que esto ocurre es por la forma en que se mueve: cuando sueltas la peonza, la gravedad tira de ella hacia la Tierra, pero cuando toca su base para dejar de moverse hacia abajo (porque no hay fricción entre esas dos superficies), entra en juego otra fuerza llamada par de torsión (un movimiento de torsión) que hace que ambos extremos sigan tocándose aunque ya no haya ninguna fuerza que los junte.
Las peonzas giran durante mucho tiempo porque tienen una forma y un movimiento que las mantiene estables.
Una peonza gira durante mucho tiempo porque tiene una forma y un movimiento que la mantienen estable. Esto se llama precesión. La precesión hace que el eje de rotación se mantenga vertical y permite que se mantenga el único punto de contacto entre la peonza y su superficie, lo que evita que la fricción frene el proceso de giro.
Una peonza seguirá girando si no la detienes, pero si quieres que la tuya se detenga con precisión y exactitud, ¡utiliza tu mano como freno! El siguiente vídeo muestra lo fácil que es:
Conclusión
Ya está. Espero que hayas disfrutado aprendiendo sobre las peonzas y su funcionamiento. Si tienes alguna duda, no dudes en preguntarnos en los comentarios de abajo.