¿Por qué explotan las palomitas?

Es posible que haya notado que las palomitas de maíz estallan de forma irregular. Algunos granos estallan en el microondas, mientras que otros permanecen duros sin importar el tiempo de cocción. Hay algunas razones por las que las palomitas explotan -o no explotan- y todas tienen que ver con la humedad y la presión dentro de cada grano.

Los granos de maíz tienen una cáscara dura e impermeable al agua.

Aunque es tentador culpar de la tendencia de las palomitas a explotar a su naturaleza salada, el verdadero culpable es algo llamado “presión del agua”. Cuando los granos de maíz se calientan y la humedad se escapa de su dura cáscara, empiezan a hincharse. La cáscara impide que este hinchamiento se produzca de manera uniforme en todo el grano, por lo que, en lugar de adoptar la forma de una esfera como hacen la mayoría de los alimentos cuando se calientan (piense en las patatas fritas), las palomitas empiezan a expandirse hacia fuera en múltiples direcciones. Una vez que esto sucede, no queda suficiente espacio dentro de la cáscara para todo el vapor creado por el calentamiento de los granos de maíz: no tiene otro lugar a donde ir que hacia afuera a través de los pequeños agujeros que hay en la bolsa del microondas.

El grano también contiene una pequeña cantidad de agua, aproximadamente el 14% de su peso.

El grano también contiene una pequeña cantidad de agua, aproximadamente el 14% de su peso. Esto no es suficiente para que el grano estalle, como ocurre con las palomitas de maíz. Sin embargo, si se pusiera la misma cantidad de agua encima de otro tipo de verdura como el brócoli o la coliflor (ambos compuestos mayoritariamente de celulosa en lugar de almidón), estallaría instantáneamente debido a que no hay presión acumulada en su interior sin que haya aire en su interior.

Para que el grano estalle, debe calentarse a unos 180 grados Celsius (356 grados Fahrenheit).

Para escucharlo por ti mismo, prueba este experimento:

  • Coloca un trozo de palomitas de maíz en el microondas y caliéntalo durante 3-4 minutos a máxima potencia. Si tu microondas no tiene un ajuste para “palomitas”, utiliza cualquier ajuste que esté etiquetado como “hornear” o “rápido”.
  • Saca las palomitas del microondas y agítalas. Verás que quedan muy pocos granos sin explotar.

A medida que el grano se calienta, la humedad del interior aumenta la presión.

Pero espere, ¿cómo llega esta humedad al interior de las palomitas?

Como habrá notado, las palomitas contienen mucha agua. Cuando se calientan, el agua del interior se expande y se convierte en vapor. Este vapor que se expande empuja contra la cáscara, lo que hace que explote y se abra para aliviar la presión (puede pensar que es como un globo que se infla demasiado).

A unos 180 C, la cáscara exterior se agrieta. La humedad sale en forma de vapor, pero se condensa rápidamente y se congela al entrar en contacto con el aire más frío de la cocina.

A medida que el núcleo se calienta, hay cada vez menos espacio para que el vapor se expanda. La presión aumenta hasta que es demasiado para que la cáscara exterior pueda contenerla. A unos 180 C, la cáscara exterior se resquebraja. La humedad se escapa en forma de vapor, pero se condensa rápidamente y se congela al entrar en contacto con el aire más frío de la cocina.

Este cambio repentino de temperatura hace que el almidón del interior del grano se gelatinice y se expanda más de 30 veces su volumen original.

Hay mucha información que desvelar aquí, así que vamos a desglosarla:

  • Cuando las palomitas se calientan, el agua del interior se convierte en vapor. Como no hay espacio suficiente para todo este vapor en un espacio tan pequeño, la presión se acumula en el interior. La presión obliga a una parte del agua a salir a través de los pequeños agujeros de la cáscara y produce sonidos de estallido. (Las palomitas también se conocen como “maíz indio” porque los nativos americanos las hacían estallar).
  • Cuando se abre la bolsa o la caja de palomitas, se libera esa presión integrada permitiendo que el vapor salga del interior del grano. En cuanto esto ocurre, el almidón se gelatiniza con el calor y se expande más de 30 veces su tamaño original.

Si dejas de calentar un grano de palomitas antes de abrirlo, nunca explotará.

  • Calentar el maíz a 180 grados Celsius
  • ¡Pop!

Conclusión

Esperamos que ahora entienda por qué las palomitas de maíz estallan. Es un proceso fascinante, ¡y estamos seguros de que no volverás a ver este aperitivo de la misma manera!

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