Proveniente de la palabra latina nomenclátor, un nomenclador no es más que un listado de nombres u otras denominaciones, relativos a un asunto específico, sobre todo de carácter técnico u oficial. De manera especial, es aquel que contiene a la nomenclatura de una ciencia.
A manera de ejemplo, se puede decir que el sistema sanitario de un país puede utilizar un Nomenclador Nacional para las Prestaciones Médicas. Se trata de un catálogo de todas las prácticas médicas, odontológicas y bioquímicas ordenadas por códigos, con su debida descripción y sus respectivos aranceles, susceptibles de ser consultados por cualquier persona interesada.
Ello permite realizar una simplificación, y apuesta por la coherencia y equidad en el acceso a dichas prestaciones, con tal de llevar un mejor control por parte de los efectores y las obras sociales, etc.
El Nomenclador Nacional
Consiste en un compendio donde se hallan detalladas todas aquellas técnicas médicas utilizadas para el tratamiento de una enfermedad en particular.
Este catálogo es muy utilizado, por ejemplo, en el área de facturación sanatorial, ya que le facilita al profesional de la medicina el nombre de la prestación médica que recibe el paciente.
También, en muchos países existe la denominada Superintendencia de Servicios de Salud (SSSalud). La misma es un organismo de regulación y control de aquellos agentes que forman parte del Sistema Nacional del Seguro de Salud y las obras sociales nacionales.
Su objetivo esencial se centra en asegurar el cumplimiento cabal de las políticas que corresponden al área sanitaria.
Entonces, con la finalidad de cumplir su rol como ente regulador del sistema de obras sociales, la Superintendencia utiliza el Nomenclador Nacional de Prestaciones Médicas, ya que, dicho instrumento le permite llevar un mayor y mejor control del cumplimiento de las obligaciones médicas asistenciales.
Pautas de los nomencladores
En el Nomenclador Nacional se especifican las pautas que se deben tener en cuenta a la hora de catalogar, ordenar, enumerar y describir el tipo de servicio y prestación médica que recibe un paciente determinado.
Otras de las pautas inherentes a un nomenclador son la de individualizar un tipo de prestación, así como la manera correcta de ponderar a una prestación cualquiera que esta sea.
Por lo tanto, el personal sanitario puede recurrir al Nomenclador Nacional, no solo para buscar un código de alguna de las prácticas médicas, sino también saber de una técnica a través de su descripción.
Los modelos más avanzados le permiten al profesional de la salud aplicar diferentes filtros de búsqueda, que logran facilitar la tarea de selección. De esta manera, se puede hallar un código, sus valores y honorarios muy rápidamente.
Cómo se divide el Nomenclador Nacional
Se encuentra dividido en varias partes o prácticas: ya sean médicas, quirúrgicas, odontológicas o bioquímicas. De acuerdo a la especificación de la práctica que se utilice, el personal médico deberá facturar un monto justo y razonable a los prestatarios, que pueden ser, por ejemplo, las obras sociales.