¡Excelentes noticias la semana pasada con respecto a la reapertura del gran estado de Alaska para incluir la capital de su industria de la aviación, Anchorage!
Sin embargo, a medida que la industria de la aviación del Estado comience a recuperar su equilibrio, los operadores de Alaska tendrán que hacer algunos cambios en la forma en que se llevarán a cabo los negocios.
Como se demostró trágicamente el fin de semana pasado en otro país, los niveles requeridos de aeronavegabilidad y competencia de los pilotos no pueden simplemente “suponerse” que existen después de períodos prolongados de inactividad. Es decir, una aerolínea no puede simplemente “reiniciar” con solo presionar un botón o con las mejores intenciones de la gerencia para lograr lo mejor.
Se recomienda a los operadores de Alaska que actualicen y mejoren sus programas heredados de gestión de seguridad para incluir ahora cuestiones de salud, higiene y contagio. Los SOP del pasado, literalmente, tendrán que ser “borrados”. Los requisitos operativos y técnicos ahora deberán armonizarse con la nueva guía de salud, las regulaciones locales, estatales y federales, así como con las mejores prácticas de la industria para garantizar el bienestar continuo de los clientes y empleados por igual.
Si bien es posible que pase la tormenta y se vislumbren arcoíris de esperanza y prosperidad, la realidad brutalmente honesta es que la industria de la aviación mundial, especialmente en Alaska, nunca volverá a ser la misma. Cuando la aviación en Alaska se “cierra”, también lo hace la economía del Estado, como lo demuestra la reciente quiebra de la aerolínea regional más grande del Estado.
A medida que llega la temporada de verano, los operadores de Alaska deben hacer todo lo que esté a su alcance (reconociendo las restricciones significativas sobre el capital disponible) para restaurar la confianza del público en el sistema de transporte aéreo del Estado. No solo dentro de las principales ciudades, sino igualmente importante para las muchas aldeas que dependen de la aviación para mantener su existencia de manera segura y confiable.
Al final del arcoíris, ahora tenemos la oportunidad única de convertir esta tragedia pandémica en una experiencia de aprendizaje increíble para volver aún más fuertes que antes y nunca estar tan desprevenidos para este tipo de suceso impensable en el futuro.
¡Los mejores deseos para nuestros amigos y socios comerciales por el resurgimiento oportuno y sostenible de la industria de la aviación de Alaska!