La pedagogía

La pedagogía es una ciencia humanista que se va volviendo cada vez más compleja en el mundo, mientras continúa en su práctica con sus enfoques simplificados (analíticos).

Por lo tanto, normalmente, el mayor obstáculo que deben superar los pedagogos tradicionalistas es su negativa a que el ser humano esté presente en sus cálculos, en un intento por desconocer el hecho de que, tanto individual como colectivamente, la persona viva y no una abstracción maquinal-programática es el centro de toda actividad pedagógica.

El ser humano no es solo un ser biofísico, sino uno que transita de lo individual a lo colectivo, y viceversa, pero que, además, busca realizarse en sus propios proyectos de vida. No es solo un conjunto de necesidades: el hombre es arte, pasión, emoción, raciocinio, se constituye en valores. Es, a fin de cuentas, una síntesis y una complejidad.

La ciencia pedagógica

La pedagogía fue considerada en primera instancia como al arte de enseñar, sin embargo, en la actualidad se la tiene como a una ciencia cuyo centro es el hombre, particular o social.

Su principal objetivo es la apropiación cognoscitiva, el descubrimiento y la correcta aplicación de las leyes que rigen y condicionan los procesos de aprendizaje, conocimiento, educación y capacitación.

No obstante, resulta innegable que la pedagogía tiene mucho más de arte que de ciencia, ya que es permeable a las sugerencias y técnicas, pero nunca se domina más que por el ejercicio diario. Dicho esto, entonces, el arte viene a constituirse en uno de los principios de la pedagogía en su concepción de ciencia humanista.

Pluridisciplinariedad e interdisciplinariedad

En el movimiento pedagógico actual existe un entrecruzamiento de doctrinas y sistemas, una multiplicidad de soluciones que no proceden del campo exclusivo de la educación y de la pedagogía, sino de otros ámbitos que, en principio, nada tienen que ver con él.

Por ende, una de las principales preocupaciones y características esenciales de la pedagogía es el ámbito formativo. No siempre adopta una concepción rígidamente científica, sino que viene acompañada por una serie de reflexiones de pensadores que no son pedagogos en el sentido estricto.

La universalización del tema pedagógico ha sido muy fecunda para la ciencia respectiva que, con tal de no quedar reducida a una simple tecnología, ha sido forzada a ampliarse hasta abarcar todos los aspectos de la vida humana, sin perder por ello el interés específico que la define.

Entonces, dicha universalidad comporta al hecho humano como a un Todo (racional, lingüístico, artístico, etc.), y lo coloca por encima de sus modismos. Lo valora en su conjunto antes de comenzar a resaltar sus peculiaridades locales.

Complejidad

La complejidad puede entenderse como un fenómeno contentivo de una extensa variedad de elementos relacionados entre sí, con interacciones diacrónicas y sincrónicas, lineales y no lineales, y cuya evolución es siempre impredecible.

Esta acepción nos conduce a pensar en los parámetros de la educación, es decir, en que la pedagogía es, por tanto, complejidad del conocimiento de lo humano y de lo sociocultural; asimismo, que se complejiza cada día más producto de diversas tendencias, conforme a la introducción de tecnológicas innovadoras, sobre todo en cuanto a información y comunicación.

Epílogo

Una de las tareas inmediatas que debe asumir el docente es la de elaborar y aplicar métodos de enseñanza transdisciplinarios, entendiendo que en relación con los fenómenos complejos, esta aspira a construir puntos convergentes, confluencias y ósmosis que generen metaconocimientos acerca de la complejidad de la práctica educativa.

En conclusión, la pedagogía debe ir de la mano con la racionalidad de la complejidad, que implica una relación intrínseca con la pluridisciplinariedad reflexiva, la formación moral, la transdisciplinariedad en construcción y la superación de las conciencias de clases, asumiendo la propia historicidad del individuo.

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