Los Huracanes se conocen por su fuerte capacidad destructiva y vientos a velocidades impresionantes. Indudablemente, son causantes de catástrofes cuando pasan por centros poblados.
Un huracán es un fenómeno atmosférico completamente natural y característicamente violento. Consisten en espirales de nubes, tormentas tropicales, y vientos de más de 100 km/h que se desplazan por el mar.
Cuando un huracán toca tierra se empieza a debilitar, ya que necesita del mar u océano para nutrirse y crecer. Cabe destacar que también puede debilitarse al pasar sobre aguas más frías.
Este movimiento de vientos a altas velocidades se compone de múltiples tormentas en torno a un centro, que se le conoce como el ojo del huracán.
El centro es un espacio de baja presión que se caracteriza por no poseer nubes y estar en calma frente a las áreas circundantes donde ocurre todo el movimiento.
Un aspecto interesante es que en el hemisferio norte del planeta los huracanes giran en contra de las agujas del reloj, a diferencia de la zona sur donde su giro es a favor.
Origen de los Huracanes
Los huracanes se originan en el trópico debido a un proceso natural en el que la tierra necesita desplazar energía a las zonas más frías. Es por eso que este fenómeno está fuertemente relacionado con las temperaturas altas de las regiones tropicales. Pero para formarse requiere de varios elementos:
Humedad y condiciones cálidas
Para formarse un huracán, necesita que las aguas de los océanos o mares superen los 26 °C. Este requisito es indispensable porque se generan las condiciones para una evaporación masiva.
Estas temperaturas producen además un elevado nivel de humedad en el aire que al enfriarse forma nubes. A medida que sube la temperatura este conglomerado de nubes se alimenta por la evaporación continua de los cuerpos de agua. Aumentando la probabilidad de tormentas.
Acumulación de tormentas
Cuando las tormentas se van desplazando y se acumulan en una zona del océano, el aire cálido comienza a subir y junto con los vientos en múltiples direcciones forma remolinos que van adquiriendo mayor velocidad, a medida que son alimentados por mayor evaporación del océano.
Estas tormentas fortalecen sus giros debido a la rotación de la tierra, la energía del agua caliente y los vientos. Hasta el punto que alcanzan los 100 km/h y son considerados huracanes.
Clasificación de Huracanes y fenómenos previos
Dada la intensidad de los vientos de un huracán se puede clasificar en distintos niveles. Al igual que sus predecesores como lo son las tormentas y depresiones tropicales.
Las depresiones tropicales son tormentas agrupadas que generan un punto de baja presión y se comienza a ver cierto movimiento circular en el centro de las mismas, además para entrar en esta clasificación los vientos deben ser menores a 63 km/h.
Cuando se encuentra entre los 63 y 100 km/h y los vientos se organizan en un movimiento circular se clasifica como tormenta tropical.
Una vez que se mantienen estas características, pero supera la velocidad de los vientos se clasifica como huracán y a partir de aquí se dividen en los siguientes niveles determinados por la escala de Saffir-Simpson:
- Nivel 1: Vientos entre 100 y 153 km/h
- Nivel 2: Vientos entre 154 y 177 km/h
- Nivel 3: Vientos entre 178 y 209 km/h
- Nivel 4: Vientos entre 210 y 249 km/h
- Nivel 5: Vientos mayores a 250 km/h