Etimología
El término «Historia natural» viene, por unja parte, del griego ἱστορία (historia), el cual puede traducirse como «investigación» o los conocimientos adquiridos por la misma. Por otra parte, la palabra «Natura» proviene del latín, que significa «de la naturaleza o lo referente a ella». Es decir, que podemos entender el término Historia natural como «Investigación de la naturaleza o lo referente a ella».
Diferencias entre Historia natural y Ciencias naturales
Hasta el siglo XIX, se utilizaba con frecuencia el término «historia natural» para referirse a los estudios científicos en general, mientras que, en contraposición, se utilizaban los términos historia política o eclesiástica para referirse a estas otras ramas del pensamiento.
Hasta el siglo XIX, la Historia natural había sido una ciencia descriptiva, más que experimental en sí, siendo utilizada para denominar a todas las ramas del saber que tuviera que ver con las ciencias. Pero con la llegada de la fragmentación de las ramas del saber en el siglo XIX, y la posterior especialización de los individuos en cada una de estas ramas, la utilización del término sufrió cambios y terminó por volverse un poco más ambigua. Así pues, hoy en día, mientras que «Historia natural» se refiere a la conservación de especies y muestras que provienen del mundo natural; al referirnos a «Ciencias naturales», se aborda un abanico más amplio de ciencias, las cuales no necesariamente pueden referirse a entidades no coleccionables, tales como los astros.
Por otra parte, también hay que tomar en cuenta de que se concibe la historia como el pasado, bien sea el pasado de la humanidad como también un pasado en el cual la humanidad no estaba presente, el cual aun así puede ser observado y del cual se pueden tener muestras.
El papel de los naturalistas
Naturalista (del latín naturalis y el sufijo –ista), fue un término surgido a mediados del siglo XVI, que pasó a designar a las personas interesadas en la historia natural.
No obstante, el papel del naturalista como hoy lo conocemos no existía, puesto que quienes se interesaban por la Historia natural eran más bien aficionados; es decir, que no eran científicos especializados. También este término pasó a denominar a quienes recogían especímenes, por cuenta propia o por parte de una expedición científica, como son el caso de Charles Darwin o de Alexander Von Humboldt.
A lo largo del siglo XIX, los coleccionistas amateur, como también ciertos empresarios, jugaron u8n papel determinante en la creación de las grandes colecciones de Historia natural, como también la creación de importantes museos de Historia natural, como el Museo Nacional de Historia Natural de los Estados Unidos.