Gutenberg el inventor y maestro de la herrería de origen alemán que desarrolló la primera imprenta mecánica de tipos móviles del mundo, es considerado un revolucionario que marcó la historia moderna.
Algo que es innegable, pues su increíble invención, la imprenta de tipos móviles metálicos permitió que el conocimiento contenido en los libros sea accesible y esté disponible por primera vez para muchas personas.
Conociendo a Gutenberg
Johannes Gutenberg nació entre los años 1394 y 1404 en Mainz, una ciudad de Alemania. Como no existen datos suficientes o registros del día que nació, se eligió como su aniversario de nacimiento el día 24 de junio de 1400, representando una fecha puramente simbólica.
Era el segundo hijo de un total de tres, del matrimonio conformado por Friele Gensfleisch zur Laden y su segunda esposa, Else Wyrich, descendiente de una familia de las clases nobles alemanas y dedicados al comercio.
En ese momento, era común que se usara el apellido de una persona de la casa o propiedad donde vivía en lugar del de su padre, así que el apellido legal de un ciudadano, tal como se refleja en los documentos judiciales, podría cambiar con el tiempo a medida que se desplaza. Se sabe que cuando era niño y adulto, Johannes vivió en la casa de Gutenberg en Mainz.
En 1411, una rebelión de artesanos contra los aristócratas en Mainz obligó a más de un centenar de familias como la de Gutenberg a marcharse, se cree que se mudó con su familia a Eltville am Rhein (Altavilla), Alemania, donde vivieron en una finca heredada por su madre.
Se presume que el inventor alemán fue estudiante de orfebrería en la Universidad de Erfurt, esto debido a la existencia de algunos registros que indican la inscripción de un alumno de nombre Johannes de Altavilla en 1418. Altavilla es la forma latina de Eltville am Rhein que era para entonces el hogar del muchacho.
Por otro lado, se afirma que, en plena juventud, Gutenberg trabajó con su progenitor en la casa de la moneda eclesiástica, desempeñando el cargo de aprendiz de orfebre. Una de sus grandes ventajas fue aprender a leer y escribir en alemán y latín, el idioma de los eruditos y eclesiásticos de la época.
Los siguientes trece años de su vida fueron un enigma por la ausencia de información, hasta que una carta escrita por él, en marzo de 1434, indicaba que vivía con los parientes de su madre en Estrasburgo, Alemania, quizás trabajando como orfebre para la milicia de la ciudad.
La imprenta de Gutenberg
Como muchos otros detalles de su vida, poco se conoce sobre la invención de la imprenta de tipos móviles. No obstante, a principios de la década de 1400, los orfebres europeos dominaban la impresión y el grabado en madera, uno de estos orfebres fue Gutenberg.
Él comenzó a experimentar con la imprenta durante su exilio en Estrasburgo. Al mismo tiempo, los orfebres de Francia, Bélgica, Holanda e Italia también estaban iniciando trabajos con imprentas.
Hacia 1439, invirtió en un negocio de espejos de metal pulido, con la intención de ofrecerlos a los peregrinos que asistían a un festival en la ciudad alemana de Aquisgrán, donde se exhibían las reliquias del emperador Carlomagno.
Se creía que los espejos capturaban la luz sagrada invisible, emitida por las reliquias religiosas, pero cuando el evento se retrasó durante más de un año por las inundaciones, el dinero ya gastado para hacer los espejos no se pudo recuperar y mucho menos devolver.
Así que para calmar a los inversores, se cree que Gutenberg aseguró que les comunicaría un secreto que los haría adinerados. Los historiadores asumen que dicho secreto era el diseño de la imprenta, utilizando tipos de metal móviles.
En 1440, cuando aún vivía en Estrasburgo, reveló el secreto de su imprenta en un libro curiosamente titulado Aventur und Kunst: empresa y arte. No se sabe si realmente había intentado o tenido éxito en la impresión de tipos móviles en ese momento.
Hacia 1448, Gutenberg retorna a la ciudad de Mainz, donde, valiéndose de un préstamo que generosamente recibió de su cuñado Arnold Gelthus, comenzó a montar una imprenta en funcionamiento. Dos años después la primera imprenta de Gutenberg estaba lista y trabajando.
Mientras que los impresores de la época utilizaban tipos móviles, fabricados en bloques de madera o cerámica, Gutenberg inventó los tipos metálicos móviles, que servirán de sustituto a esos trozos de madera tallados a mano individualmente.
Para poner en marcha su nuevo negocio de impresión, Gutenberg se vio en la necesidad de solicitar dinero a un prestamista, Johann Fust. Entre los primeros proyectos rentables emprendidos por la nueva imprenta fue la elaboración de indulgencias para la iglesia católica.