Para muchas personas, un experimento casero puede resultar como algo trivial o, por el contrario, muy común.
Sin embargo, cuando se tienen niños en el hogar, esto puede ser una de las mejores oportunidades para divertirse en familia.
Los niños suelen tener mucha curiosidad en observar cómo funcionan las cosas y en este caso los experimentos caseros pueden llegar a ser de gran ayuda.
Esto es razón suficiente para que las personas comiencen a enseñarle a los niños algunos experimentos interesantes y aprender así durante el proceso.
Además, muchos experimentos están basados en principios físicos básicos, cosa que otorga un nivel de conocimiento general más amplio y puede ayudar a que el niño desarrolle una mayor creatividad.
A continuación, te hablaremos más sobre algunos experimentos caseros. Quédate con nosotros…
Experimentos con imanes
Uno de los experimentos que se puede considerar de los más sencillos, pero con mucho potencial, es el uso de los imanes.
A muchos niños les suele intrigar usar imanes por primera vez y mover objetos metálicos sin necesidad de tocarlos. Esto puede ser algo realmente interesante para muchos pequeños.
Incluso, puede llegar a ser necesario para despertar su curiosidad en el mundo de la ciencia. Además, los imanes pueden ser lo más cercano a la magia que puede observar un niño en su hogar y es por esto que algunos experimentos pueden ser muy interesantes.
Lo importante al hacer estos experimentos, es tener el conocimiento teórico y explicar a los niños lo que ocurre cuando se realiza el procedimiento.
Experimento 1: Hacer un imán con dos agujas
Los imanes pueden transferir el magnetismo hacia algunos materiales, y esto puede hacer que dichos materiales también se transformen en imanes.
Esta es una de las propiedades básicas del magnetismo y puede funcionar como experimento si se tiene un imán y dos agujas de coser.
Únicamente, al tener estas herramientas, se podrá proceder a crear un imán con dos agujas mediante un procedimiento extremadamente sencillo.
Es necesario tomar una aguja por uno de sus extremos y frotarla suavemente por el imán una 30 veces (será necesario frotarla por el mismo lado).
Este proceso se deberá realizar con la otra aguja y todo estará listo. Las agujas ahora estarán imantadas y funcionarán como un imán.
Experimento 2: Péndulo de imán
Este experimento suele resultar muy llamativo y de gran aprendizaje, claro está, son necesarios más materiales para su elaboración que el anterior experimento.
Por ello, es necesario contar con los siguientes materiales:
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Cuerda o hilo
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Varita magnética
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Imán en forma de anillo
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Tacos de madera de alrededor de 30 cm
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Imanes en forma rectangular o cuadrado
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Unas cuantas bandas de goma pequeñas
Para hacer este péndulo, debes seguir los siguientes pasos:
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Lo primero que deberás hacer es unir dos tacos de madera y entre ellos debe haber una pequeña tira de goma.
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También será necesario un tercer taco con goma para crear una pirámide con los tacos.
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Después de esto, debes cortar un trozo de hilo de 20 cm aproximadamente. Este trozo de hilo se deberá poner alrededor del imán con forma de anillos.
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Ahora se deberán unir los tacos adicionales con la goma hasta crear una especie de pirámide.
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Antes de poner el último taco de la pirámide en la parte superior, pon la cuerda en el medio de los tacos, esto para que el imán con forma de anillo cuelgue en la pirámide aproximadamente a 4 cm de la base.
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Por debajo del imán colgante, deberás poner los dos imanes rectangulares.
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Luego de esto, solo deberás mover de forma suave los imanes rectangulares para que el magnetismo se encargue de todo el trabajo.
Experimento 3: imán y pintura
Este experimento puede enseñar varias cosas a la vez, haciendo que los pequeños de la casa se distraigan y obtengan nuevos conocimientos.
Para realizar este experimento requieres de una caja de zapatos, una hoja blanca, un imán, un clip y varias pinturas.
Es un experimento muy sencillo en donde, en el fondo de la caja de zapatos, deberás poner la hoja blanca con varias gotas de pintura.
Posteriormente a esto, deberás dejar el clip junto a alguna de las pinturas y con el imán (por debajo de la caja) moverás el clip para hacer mezclas de los colores de pintura.
Esto no solo le enseñará a tu hijo que el magnetismo puede traspasar algunos objetos, además conocerá algunas mezclas de colores para obtener otros tipos de colores.
Experimentos con microscopios en el hogar
A muchos niños les puede dar curiosidad observar como son realmente las cosas desde un punto de vista microscópico. Esto puede llamar su atención en gran medida y sin duda despertar toda su curiosidad.
Si posees un microscopio en casa, lo ideal es que aprendas a usarlo correctamente antes de comenzar con los experimentos.
En algunos casos puede llegar a ser problemático no saber usar correctamente el microscopio e intentar luego mostrárselo a algún niño.
Al realizar experimentos en el microscopio, lo ideal es comenzar con objetos más sencillos y poco a poco aumentar su complejidad.
Para obtener mejores resultados, puedes usar el tinte de metileno. Este hace resaltar las células y ofrece una mejor vista de lo que se verá en el aparato. En ese caso, puedes comenzar con una telaraña.
Recuerda que debes tener a la mano un esmalte de uñas transparente y el portaobjetos limpio, además del microscopio listo.
Pon una capa muy fina de esmalte de uñas en el portaobjetos y sin dejar que se seque por completo, deberás poner el porta objetos contra la parte más ancha de la telaraña.
Luego de esto, debes tirar suavemente la telaraña para quitar el exceso y luego ponla debajo del microscopio para observar todos los detalles.
Este experimento lo puedes realizar también con un trozo de cebolla, agua de cualquier fuente, sal y azúcar e incluso células del cuerpo.
Para lograr este experimento con las células del cuerpo, solo es necesario pasar el portaobjetos por el rostro o por el brazo y luego ponerlo bajo el microscopio.
Experimentos caseros con plantas
Para muchos, el mundo que nos rodea es fascinante, y observar cada cosa que sucede en la naturaleza, puede ser una experiencia única y digna de conocer.
Es por esto que las personas deben realizar experimentos con sus hijos en los hogares y enseñarles un poco sobre lo que no se conoce a simple vista.
A la hora de realizar estos experimentos, siempre se suelen usar plantas en específico, esto porque poseen un crecimiento más acelerado y así logran ofrecer resultados o más rápidos.
Algunas de estas plantas pueden ser:
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Guisantes
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Frijoles
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Hongos
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Berros
Aunque estos experimentos son realizados generalmente en las escuelas, no está demás que las personas comiencen en sus hogares y así los niños aprenderán mucho con sus padres.
Experimento 1: Agua entre las hojas de los árboles
Un experimento que suele resultar muy interesante, es observar como el agua viaja por las hojas de los árboles. Esto es muy similar al cuerpo humano, en donde la sangre viaja por las venas.
Para este experimento, será necesario tener lo siguiente:
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Lupa
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Hojas varias de árboles (mientras más grandes, será mejor)
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Tantos vasos de vidrio como hojas de árboles tengamos a la mano
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Colorante vegetal (rojo)
El procedimiento es muy sencillo, simplemente deberás poner una hoja o el tallo de la hoja dentro del vaso de agua.
En el vaso de agua será necesario poner unas gotas del colorante vegetal, hasta teñirla por completo del color rojo. Mientras más intenso sea el color, más fácil será observar todo.
Para este experimento se debe tener un poco de paciencia, dado que el color rojo puede tardar un tiempo en observarse en las venas de las hojas.
Al transcurrir aproximadamente 3 días, ya debería observarse el color rojo pasando por las venas de las hojas.
Para facilitar el proceso de observación, puedes usar la lupa y ver como el agua recorre cada una de las venas de las hojas.
Experimento 2: Observar la respiración de las plantas
Dado que las plantas son seres vivos, ellas también respiran. Claro está, no es tan evidente como la respiración de las personas o los animales, pero está comprobado que las plantas sí lo hacen.
Para verificar que las plantas respiran, solo es necesario hacer un experimento extremadamente sencillo. Para ello, deberás tener a la mano:
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Una o dos hojas de árboles lo más grandes posibles
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Un envase grande de vidrio
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Una lupa
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Tener agua tibia
El proceso es muy fácil. Primeramente, deberás poner el agua tibia en el recipiente. Como segundo paso, pon las hojas de los arboles dentro del recipiente con agua tibia y dejar reposar por unas horas.
El proceso de respiración de la hoja seguirá su curso y al cabo de unas horas, se podrán comenzar a observar los resultados.
La parte superior de la hoja comenzará a tener pequeñas burbujas de aire, con lo cual se demostrará la respiración de la planta. Para estos casos, es ideal usar la lupa.