En muchas novelas de ciencia-ficción se leen cosas sobre “campos de fuerza” e “hiperespacio”. ¿Qué son? ¿Existen realmente?

En las novelas de ciencia ficción, a menudo se lee sobre los “campos de fuerza” y el “hiperespacio”. ¿Qué son? ¿Y existen realmente? La respuesta es sí. Un campo de fuerza no es más que otra palabra para referirse a un muro impenetrable que impide que alguien lo atraviese. Por “campo de fuerza” solemos entender un muro impenetrable que impide que nadie lo atraviese. Al menos, a uno le gustaría que fuera impenetrable: ¡imagina que la Tierra estuviera rodeada por un campo de fuerza tan fuerte que nada pudiera atravesarlo! Esto impediría que los asteroides nos golpearan; ningún meteorito podría penetrar en nuestra atmósfera porque no tendría suficiente energía para superar la atracción gravitatoria entre ellos y nuestro planeta si llegara a la superficie de la Tierra. El “hiperespacio” es más complicado. Hay varias maneras de referirse a él . Podría significar “espacio que va en más de tres dimensiones”;  Podría significar “espacio extra que tiene propiedades diferentes a las nuestras”. Podría ser una especie de dimensión de bolsillo a la que sólo se puede acceder en ciertos puntos de nuestro universo, o cuando se cumplen ciertas condiciones -una especie de atajo o agujero de gusano-;  Podría significar simplemente una cantidad inusual de espacio entre dos lugares, “guerra espacial”.

Por “campo de fuerza” solemos entender un muro impenetrable que impida el paso a cualquiera.

Al menos te gustaría que fuera impenetrable. El problema es que no existe, por una razón muy sencilla: todo está hecho de partículas, y no se puede construir una barrera infinita de partículas. Todo en el universo tiene un tamaño, y cualquier partícula (u onda) atravesará un hueco lo suficientemente grande.

Es posible que haya oído hablar de un “campo de fuerza”, que suele utilizarse para indicar un muro impenetrable que impide el paso a cualquier persona. Al menos te gustaría que fuera impenetrable. El problema es que no existe, por una razón muy sencilla: todo está hecho de partículas, y no se puede construir una barrera infinita de partículas. Todo en el universo tiene un tamaño, y cualquier partícula (u onda) pasará a través de un hueco lo suficientemente grande.

Se podría argumentar que el concepto en sí tiene cierto mérito: ¿de qué hablamos realmente cuando decimos “campo de fuerza”? Hay dos categorías principales: una en la que la luz se ha doblado alrededor de algo como un agujero negro para que nada pueda escapar; y otra en la que algún tipo de energía rodea a otra cosa para que no puedas ver a través de ella o atravesarla sin que te afecte la gravedad o cualquier fuerza que cause esos efectos en esas otras cosas que hay cerca de tu nave espacial mientras viaja por el espacio lejos de la Tierra

El “hiperespacio” es más complicado.

Hay varias formas de referirse a él.  Podría significar “espacio que va en más de tres dimensiones”.  Podría significar “espacio extra que tiene propiedades diferentes a las nuestras”.  Podría ser una especie de dimensión de bolsillo a la que sólo se puede acceder en determinados puntos de nuestro universo, o cuando se cumplen algunas condiciones, una especie de atajo o agujero de gusano. Podría tratarse simplemente de una cantidad inusual de espacio entre dos lugares, o de la posibilidad de plegar el espacio de forma que dos puntos distantes estén realmente muy cerca el uno del otro, lo que se denomina “guerra espacial”.

El hiperespacio es un término que puede significar muchas cosas. Hay muchas maneras de describirlo, y podría ser un atajo o un agujero de gusano, o una cantidad inusual de espacio entre dos lugares. También podría significar simplemente una cantidad inusual de espacio entre dos lugares, lo que se llama “guerra espacial”.

Lo más parecido al hiperespacio que conocemos es el Gran Colisionador de Hadrones (LHC). El LHC ha sido descrito como “el mayor experimento de física del mundo”, y su objetivo es comprender mejor nuestro universo haciendo chocar partículas a altas velocidades para observar cómo se comportan cuando se aceleran más allá de lo que es posible en la Tierra. Cuando estas colisiones se producen a velocidades extremadamente altas -aproximadamente el 99% de la velocidad de la luz- crean temperaturas más calientes que las que se encuentran dentro de estrellas como nuestro Sol.

Conclusión

Todos sentimos curiosidad por estas cosas, y la ciencia ficción es una forma de explorarlas. Pero si quieres escribir ciencia ficción, ten cuidado: hay muchas maneras de que la gente pueda malinterpretar algo sobre el mundo real o la física. Es importante comprobar los hechos antes de publicar algo.

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