Con origen en la palabra latina nombreel concepto de nombre constituye una noción destinada a identificación de seres que pueden ser animados o inanimados. Esto es un denominación verbal que se atribuye a A individualun animal, un objeto o cualquier otra entidad, concreta o abstracta, para identificarle y reconocerlo ante los demás.
El nombres científicosen cambio, sirven para dar una denominación ordenada a lo que descubren los especialistas. Para ello requieren una taxonomía precisa que ofrezca una nomenclatura.
En el caso de los humanos, los nombres se asimilan a las primeras etapas del aprendizaje lenguaje. Lo que inicialmente se designa con gestos (indicando algo), se convierte en concepto aprendiendo la palabra correspondiente. Por eso los nombres son fundamentales en el proceso cognitivo.
Un niño aprende su nombre (esa palabra con la que los demás le llaman) antes que la noción de yo. Cuando se designa con un nombre propio, es habitual que el niño que comienza a hablar se reconozca a sí mismo mediante la repetición del nombre (es decir, refiriéndose a sí mismo en tercera persona).
En cuanto a los nombres propios, cabe destacar que existe una disciplina, cercana a la Historia, que se llama Onomástica y que tiene como función principal estudiar no sólo su origen etimológico sino también su contexto histórico.
También existen otras áreas importantes que toman los nombres como eje central. Éste sería el caso, por ejemplo, de lo que se conoce como toponimia. En su caso, se encarga de estudiar los nombres de ciudades, condados o regiones de los distintos países del mundo.
Y en este sentido tampoco podemos olvidar la antroponimia. Más precisamente, podemos establecer que lo que hace es proceder al estudio y análisis de los nombres propios y también de sus apellidos. Es importante subrayar que cuando éstos se caracterizan por su linaje y su “nobleza” serán objeto del campo heráldico. Esta ciencia también se dedica a qué son los escudos, las armas, las crestas o las armerías.
En este campo de la Antroponimia podemos destacar que básicamente cuando hablamos del ámbito castellano es con que los nombres y apellidos que se encargará de estudiar tienen cuatro posibles orígenes:
romano. Éste sería el caso de nombres como Antonio o Julio.
griego.
hebreo y arameo. Los ejemplos que emanan de estos idiomas incluyen a Moisés, Jesús, María o Tomás.
germánico. Fernando, Gonzalo, Elvira, Alfonso y Álvaro son nombres que derivan de combinaciones de distintas lenguas de ese origen.
Los nombres propios se aplican a las personas, pero también a los animales e incluso a objetos de especial importancia. Las mascotas, en este sentido, reciben siempre un nombre propio (“Bobby”, “Tom”, “Pancho”).