Definición de hiperconsumo – Qué es, Significado y Concepto

La noción de sobreconsumo es utilizado por varios sociólogos y filósofos para aludir a un consumismo excesivo. El sobreconsumo implica que los humanos consumen más de lo necesario, satisfaciendo no sólo las necesidades básicas sino también los deseos relacionados. recreación y la placer.

Más de lo necesario

El hiperconsumo se asocia, pues hedonismo. Para los franceses Gilles Lipovetskylas personas aspiran a tener experiencias que les dan sensaciones yo emocionesasí que el consumo lo indica afectivo ya participativo.

Centro comercial de hiperconsumo

No necesitamos tantos productos y servicios para vivir

Esta voluntad de consumir más de lo necesario genera un gran presión en el planeta. Los recursos naturales, en este contexto, no se regeneran e incluso pueden desaparecer dado el nivel de producción necesario para satisfacer la demanda de sobreconsumo.

Como parte del consumo emocional del que habla Lipovetskyuna investigación de la nosotros. Una de las características del hiperconsumo es que el productos los antiguos no se reparan e incluso se descartan, ya que simplemente trabajas para dar paso a lo nuevo.

Utilizar y tirar

El sobreconsumo, en cambio, forma parte de la convocatoria sociedad para utilizar y descartar o tirar. Hay una dinámica de consumo fomentada por la marketing y partiendo del supuesto de que “cuanto más se consume, más bienestar”. Así lo superfluo se considera necesario gracias al efecto de campañas publicitariasPor ejemplo.

Los críticos del hiperconsumo argumentan que avanzar hacia una fase es esencial consumo responsable. Si no, el Tierra no podrá resistir la depredación de los recursos naturales ni la generación de Basura que provoca ese estilo de vida.

Pero por mucho que algunos contrarios intenten concienciar a la humanidad de estos problemas, la fuerza del mercado parece imposible frenar. Hemos sido sometidos a demasiado tiempo influencia la publicidad, que hoy día filtra por todos nuestros dispositivos, incluidos nuestros relojes, recordándonos a cada paso “qué debemos comprar, quién debemos ser”.

Es cierto que el cambio debe nacer en cada uno de nosotros: debemos redescubrir la paz que tenían nuestros antepasados ​​lejanos, volver a concebirnos como seres naturales, que no dependen de la existencia de productos comerciales. Si lo conseguimos, los anuncios no llegarán efectos algunos en nosotros. Sin embargo, el mercado también debería sufrir una profunda transformación para ofrecer sólo productos “necesarios”.

Consecuencias del consumo excesivo

Todos los humanos con un nivel mínimo de acceso a los medios están sujetos a campañas publicitarias. Si bien en teoría sirven para concienciar al público sobre la oferta de productos y servicios de las empresas, actualmente es imposible negar que su intención real es convencernos de que “No podemos vivir sin ellos”.

Poder adquisitivo desde el hiperconsumo

El consumo excesivo requiere mucho dinero, pero no lleva a la felicidad

Este efecto de inquietud y ansiedad es malo para todos, pero sobre todo para quienes tienen un menor poder adquisitivo. Las personas más ricas que caen en estas trampas publicitarias no son necesariamente más felices que aquellos que sólo pueden mirar por la ventana, pero al menos compran todo lo que se les ocurre. El resto sufren por no poder hacerlo.

En definitiva, el hiperconsumo es la culminación de una gran mentira, que toma la forma de “lo más feliz es quien más tiene” o de otras expresadas en los párrafos anteriores. Porque al final, como el dinero no puede compensar la falta de amor, la infelicidad no se cura con poder adquisitivo. En el mejor de los casos, la compra desenfrenada puede ayudarnos a “distraernos” de nuestros problemas reales durante un tiempo, hasta que los volvemos a notar y volvamos a empezar. ciclo de hiperconsumo.

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