Antes de entrar completamente en el significado del término floema, es necesario proceder al descubrimiento de su origen etimológico. En este caso, cabe destacar que deriva del griego, precisamente de la palabra “phloios”, que puede traducirse por “corteza”.
Esta palabra en cuestión fue moldeada por un famoso botánico suizo llamado Karl Wilhem von Nageli (1817-1891). En particular, lo creó en 1873.
El concepto de floema cita el tejido que presentan / muestran determinadas plantas cuya función consiste guiar determinadas sustancias mediante estos organismos. Este tejido conductor permite la transferencia de nutrientes que produce el sector autótrofo y fotosintético de las plantas vasculares (la parte aérea) hacia los sectores heterótrofo y no fotosintético (la parte subterránea).
El floema secundario, en cambio, surge en el cambium, que es otra clase de tejido meristemático. Este floema tiene una sistema sistema radial y un sistema axial.
Por lo general, el floema se compone de varios tipos de células. Concretamente, podemos establecer que el floema está formado por cuatro tipos distintos de células. Nos referimos a lo siguiente:
-Células o elementos clerenquimados, que actúan como soporte y pueden ser de dos tipos: fibras, que son más largas en el floema primario y más cortas en el secundario, y escleritas, que tienen la particularidad de poder presentarse solas o con fibras.
-Células o elementos filtrantes, que se encargan de conducir los nutrientes orgánicos a larga distancia. Tales son los miembros de los tubos de tamiz y las células del tamiz.
– Los elementos glandulares e idioblastos, cuyas funciones son actuar como depósito y también realizar la secreción.
– Los elementos parenquimáticos. Debemos establecer que estas células floemáticas son las encargadas de almacenar y también de cargar y descargar los tubos de criba. Este grupo incluye células albúminasas, células acompañantes, células parenquimáticas radiales y células parenquimáticas axiales.
Es importante distinguir entre floema y floema xilema. Ambos son tejidos vasculares, aunque tienen estructuras y funciones distintas. Juntos forman los llamados haces vasculares: el xilema se encuentra en la parte interna de los haces, mientras que el floema aparece en el sector exterior.
Mientras el floema lleva hoja procesada (agua con azúcares, minerales, aminoácidos y otras sustancias orgánicas), el xilema conduce a la savia cruda (agua y sales que provienen de la raíz).