En castellano, la piedra de escándalo se convirtió en simbólico ya que el concepto puede aludir aa evento que provoca choque e irritación. El escándalo, en este sentido, es condenable desde el punto de vista moral y genera un impacto negativo.
Por ejemplo: “El presidente del país asiático se vio obligado a dimitir por un escándalo corrupción“, “El partido acabó en un escándalo, con los jugadores dando puñetazos”, “La actriz causó un escándalo al presentarse en el estreno de la película con un traje transparente y sin ropa interior”.
Un escándalo, sobre todo, llama la atención y lo provoca reacción de personas Esta reacción suele ser Malo: La gente se enfada con el autor del escándalo porque cree que hizo algo que merece una condena. El escándalo puede ser el resultado de un crimen (si se encuentra que un gobernante recibe un tangentepor citar un caso), aunque también se puede relacionar con un evento impactante o morboso (como cuando un futbolista debe amante a la novia de un compañero).
El alcance de un escándalo es distinto según el ámbito en el que se produce, como personal o laboral, la gravedad del escándalo Hecho incluso más allá de su contexto (no es lo mismo aceptar dinero ilegalmente que financiar un negocio de prostitución infantil) y la importancia social de las personas implicadas, entre otros factores.
Por lo general, las personas famosas tienen más que perder en situaciones como esta, como dicen reputación y sus posesiones, que en muchos casos ascienden a muchos millonarios. Es evidente que dentro de este colectivo podemos distinguir a artistas, deportistas y políticos, entre otros subgrupos, y no todos reciben consecuencias del mismo grado de gravedad.
En una sociedad ideal, ninguna persona famosa cometería actos indecentes o inadecuados Ley, sino que llevarían una vida ejemplar para que su exposición sirva de referencia para sus seguidores más jóvenes. Sin embargo, en este mundo la realidad es prácticamente la contraria: aunque la delincuencia y la corrupción existen en todos los estamentos sociales, cada año los periodistas recogen decenas de ejemplos negativos protagonizados por actores, cantantes e institutrices.
Los artistas y los deportistas suelen tener más dificultades para superar los escándalos, ya que el público puede perdonarles echas de menos pensando que son personas que deben vigilarse en su ámbito y no en su vida personal. La esperanza de que se reformen y se conviertan en individuos más responsables siempre está ahí, y ayuda a que la mayoría de estas historias tengan finales felices.
A los líderes políticos, en cambio, les cuesta mucho más superar los escándalos. Salvo en los casos en los que el protagonista se divierte mucho poder e influencia, la gente tiende a perder la fe en los gobernantes corruptos en un instante, ya que el futuro del país está en sus manos, algo demasiado delicado para ser lanzado.
EL idea En cambio, puede hacerse referencia al escándalo ruidoEL desenfreno o el emoción: “No me gusta el escándalo de este bar”, “El restaurante fue un escándalo porque había una mesa grande llena de niños gritando y jugando”, “Acabamos con el escándalo! Baja la voz y compórtate”.