La compasión está relacionada con empatía: el sujeto es capaz de percibir y entender que un tercero se equivoca. Ante esta situación, en él surge la intención ayuda a tu vecino para que tu dolor sea aliviado o eliminado. Por eso la compasión también está conectada solidaridad.
Se puede decir que, por compasión, lo es comparte el sufrimiento de otra persona. Las religiones A menudo, piden a los fieles que no abandonen la compasión pasiva, que se limita al dolor por el otro, pero se les invita a tomar una posición activa para revertir la situación a través de la solidaridad solidaria.
Supongamos un mujer pasea por su barrio cuando ve a un viejo pidiendo limosna limosna. La mujer siente compasión, se acerca al hombre, etc invita a comer. Así que le da el dinero para que pueda comprar comida para la cena. Como vemos, en este caso la compasión derivó en un acto de solidaridad que ayudó a paliar los problemas de los mayores.
La compasión también se puede experimentar respecto a animales. Si un niño nota que hay un gato ladrando en la parte superior de un árbol porque no puede bajar solo, puede sentirse compasión. Luego vuelve a casa a buscar una escalera, luego se acerca al árbol y sube para rescatar al gato en cuestión.
Precisamente, el veganismo se basa en la compasión por los animales, así como en la idea de que todos tenemos los mismos derechos a vivir en libertad, independientemente de nuestra especie, raza o cualquier otra propiedad que amenace con etiquetarnos. La compasión no siempre se resuelve en una tarde, buscando la manera de ayudar a un animal en dificultad, pero puede convertirse en un “estilo de vida” o la energía que mejora el día a día de aquellos que no salen nunca a mirar por la ventana para evitarlo. perjudicar a los demás con sus acciones.
Los veganos no comen ni utilizan productos de origen animal, tales como ropa, medicamentos y cosméticos. Esta decisión nace de la compasión, que a menudo se despierta por la exposición a una historia de crueldad o un documental que muestra la sufrimiento de los animales en los mataderos, pero permanece toda su vida sin necesidad de acercarse a estas desgracias.
En un mundo donde la compasión es la norma, no habría discriminación, puesto que nadie se sentiría amenazado diferencias, despertaría su interés y podría ponerse en el sitio de los demás independientemente de las cuestiones culturales o raciales. Ya no debemos celebrar el acto de bondad de quienes se arriesgan a salvar a un desconocido en una catástrofe, porque todos sentiríamos esa necesidad de ponernos en juego detrás del bien común.
Es muy probable que la compasión se encuentre en todos los seres humanos, como un rasgo diseñado para colaborar con el equilibrio natural. Antes de que nuestra especie pudiera proclamarse la más importante del planeta, tuvo que utilizar sus herramientas naturales para defenderse y alimentarse; seguramente nuestros antepasados más remotos se sintieron más compasivos que nosotros por los seres de otras especies, ya que carecían de muros de orgullo que apoyaran ideas como “somos los más inteligentes, los únicos que podemos amar”. etc.