Antes de entrar de lleno en la aclaración del significado del término caída libre, es interesante conocer el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:
-Caída es un sustantivo que deriva del latín, concretamente, deriva del verbo “caer”, que se puede traducir como “caer”.
-Libre, en cambio, es un adjetivo que también deriva del latín. En su caso, diga “gratuito”, que significa “gratuito”.
Se llama Otoño en el acto y resultado de la caída o caída. Este verbo hace referencia a lo que uno hace cuerpo cuando, por su propio peso, desciende. libreen cambio, es un adjetivo que califica qué o qué no tiene restricciones, límites o condicionantes.
Supongamos que un niño deja caer una pelota desde una terraza al suelo. Cuando la pelota comienza a bajar, lo hace en caída libre: no hay nada que la frene fuerza que le impulsa más que gravedad.
De hecho, todas las caídas suelen enfrentarse a la resistencia ejercida por la aire. Sin embargo, por razones prácticas, la idea de caída libre suele aplicarse cuando el vehículo ejerce poca resistencia.
A la hora de resolver problemas relacionados con la caída libre de un objeto, debe tenerse en cuenta que es imprescindible disponer de dos informaciones esenciales. Nos referimos a la situación del origen, que es el punto desde el que se lanza, y el signo de la aceleración.
En el campo de deporte y la recreaciónun tipo de caída libre se llama paracaídas donde la persona es lanzada desde un avión que vuela a cierta altura (generalmente aprox 4.000 metros) y hace poco abre su paracaídas cuando se hace imprescindible llegar a la superficie sin tocar el suelo.
En caída libre, el paracaidista comienza su descenso muy rápidamente a causa de la gravedad. Puede permanecer en caída libre durante casi un minuto, conseguido velocidad desde 250 kilómetros hasta ahora. Al localizar en 1.500 metros de la superficie, abra el paracaídas y baje suavemente.
En varios parques de atracciones también hay uno que responde al nombre de caída libre. Y es que se trata de una torre muy alta sobre la que la gente se sienta en asientos, en forma de góndola, con las relativas medidas de seguridad. Una vez llegado al punto más alto, estos asientos bajarán a una velocidad muy alta, como si cayesen directamente.
No todas las personas están preparadas para disfrutar de este tipo de atracciones, que empezaron a popularizarse en los años 90. Entre las más significativas destacan las que tienen una altura de 30 metros y el citado teleférico cae desde arriba hasta a llegar a la zona baja se produce en tan sólo unos segundos.