Los animales que hibernan en invierno pasan meses y meses sin salir de sus refugios. Con alguna honrosa excepción, como la de las osas, se alimentan poco o nada y no hacen otra cosa que no sea dormir.
La hibernación es un proceso que a los niños siempre les resulta curioso. Aprender sobre ella es una manera de aproximarse al mundo animal, apreciar sus características y valorar la biodiversidad del planeta. ¿Aprendemos juntos?
Qué es la hibernación
Hibernar es pasar el invierno. Técnicamente, cuando tú te enfundas en tu pijama grueso y te tumbas bajo las mantas, también estás hibernando. Pero el concepto hace referencia especial al estado de hibernación, es decir, al animal que hiberna.
Se trata de un estado fisiológico presente en ciertos mamíferos que deben adaptarse a climas muy extremos. Su temperatura corporal desciende hasta cerca de los 0º, y hay una disminución de las funciones metabólicas en general.
Una forma de explicarlo apropiada para los niños: en invierno, en ciertos lugares del mundo, hace tanto, tanto, tanto frío que la hierba se muere y nadie quiere salir. Fuera hace mal tiempo y apenas hay comida, y si los animales no ven la tele ni juegan a juegos de mesa, ¿qué pueden hacer? ¡Dormir!
Si solo se dedican a dormir, no necesitarán energía con la que afrontar ciertas necesidades. No tendrán que estar fuertes para salir a correr detrás de sus presas y comer. Así que se van a su refugio, se acurrucan y duermen plácidamente hasta que el tiempo en el exterior es mejor.
Características de los animales que hibernan cuáles son
Al hilo de la definición anterior, se pueden extraer algunas características comunes de los animales que hibernan. Todos viven en lugares con inviernos extremos, de mucho frío. El invierno es tan duro que el alimento escasea, de manera que se pone en riesgo su supervivencia.
Además, todos tienen la capacidad de poner en marcha procesos fisiológicos con los que minimizar el gasto energético para sobrevivir.
Veamos qué ejemplos de animales que responden a esas características.
1. El oso
Entre los animales en hibernación, el oso es el más popular y el primero que se te habrá venido a la cabeza. Todas las especies de oso hibernan. Durante el periodo en el que no lo hacen, buscan tanta comida como les es posible para almacenar grasas.
Pero ya hemos dicho que hay una excepción entre los animales que hibernan, y les ha tocado a las osas. Se aparean en primavera, pero los óvulos fecundados no se gestan hasta la hibernación. Paren en invierno y deben cuidar a sus crías, de manera que interrumpen la hibernación.
2. El murciélago
Cientos de especies de aves migran hacia lugares con temperaturas más suaves cuando llega el invierno. También hay muchos murciélagos que lo hacen, pero no todos se van. Los que se quedan en el mismo lugar, se refugian en lo más profundo y oscuro de la cueva hasta que el temporal amaina.
No almacenan grasa, como sucede con los osos, por lo que sus funciones metabólicas caen a un punto en el que incluso parece que su corazón deja de latir.
3. El caracol
A nada que hace fresco, los caracoles buscan un lugar ideal para pasar el invierno, se meten en sus conchas y no vuelven a salir hasta que la temperatura es más agradable. Incluso sellan el hueco con su propia baba para estar más protegidos, y les gusta hibernar en grupo.
Cuando den por terminada la hibernación, volverán a salir. No hace falta que les cantes aquello de: “Caracol, caracol, saca los cuernos al sol”.
4. La tortuga
No todas las subespecies de tortuga hibernan, depende de la ubicación. De cuantas lo hacen, una de las más conocidas es la tortuga de caja, que hiberna entre tres y cinco meses. Para hacerlo, se semientierra y reduce su actividad tan al mínimo que incluso deja de respirar. El oxígeno les entra a través de la piel.
Durante el tiempo que dura su hibernación, solo se despertarán si necesitan tomar agua. Dado que es frecuente tenerlas como mascota, debes procurarle un sitio adecuado para que hiberne, no despertarla y comprobar que tiene agua cerca.
5. Tamias o ardilla rayada
Las ardillas listadas o rayadas también hibernan. Se pasan las otras tres estaciones del año buscando alimento, además de reproducirse. Pero, cuando llega el invierno, se encierran en su madriguera bajo tierra.
No guardan grandes reservas de grasa como el oso, ni dejan de respirar como la tortuga ni cae tanto su ritmo cardíaco como los murciélagos. Lo que hacen las ardillas para sobrevivir estos meses es guardar alimento. Así pues, durante su larga siesta invernal despertarán de vez en cuando para tomar algún snack y garantizar su supervivencia.
En resumen, los animales que hibernan se refugian de las temperaturas extremas del invierno, que hacen que el alimento escasee. Hay muchas especies que hibernan, pero ya has visto que no todas lo hacen del mismo modo. ¿Conocías algunos ejemplos? ¡Esperamos que hayas aprendido!