La copa de Pitágoras sorprende a todos los que la ven por primera vez. En un primer momento puede parecer cosa de magia, pero, una vez más, se trata de ciencia.
Aunque un mago nunca revela sus trucos, vamos a explicarte cómo funciona. Verás que tiene un funcionamiento de lo más sencillo.
Qué es la copa de Pitágoras y cuál es su origen
La copa de Pitágoras no es más que, como su nombre indica, una copa. La particularidad es que presenta una columna en su centro, como si el pie de la copa continuara hasta el recipiente. Pero, sin duda, su rareza radica en que, si llenas la copa hasta cubrir esa columna, todo el líquido que contiene derramará por el pie. Curioso, ¿no?
Esta copa tiene su origen hace más de dos mil años. Sí, sí, has leído bien, más de dos mil años, en concreto unos dos mil quinientos. Según cuenta la leyenda, durante unas obras para abastecer de agua a Samos en el año 530 a. C. (aprox.), Pitágoras pensaba que los trabajadores eran un poco borrachines, y quiso controlar y moderar el consumo de alcohol creando un revolucionario invento al que llamó la “copa justa”. Si los trabajadores llenaban la copa por encima del límite que la propia copa indicaba, este líquido se derramaba por la base y se vaciaba por completo. Vamos, lo que vendría a ser la versión milenaria de aquel eslogan tan popular hace unos pocos años de “si te pasas, te lo pierdes”.
Hay quien atribuye el invento a Arquímedes (lo que no es descabellado si pensamos en su teorema) pero, como no conocemos a nadie que estuviera allí hace más de dos milenios para confirmarlo, solo podemos hacer conjeturas.
Cómo funciona la copa de Pitágoras
El funcionamiento de la copa de Pitágoras es, en realidad, muy sencillo. La columna central que presenta el recipiente presenta un orificio en su base que resulta ser un conducto que asciende por ella hasta formar una U invertida y luego vuelve a bajar, desembocando en el pie de la copa. Por lo tanto, si el líquido rebasa el nivel máximo de esta U, el líquido se pierde por completo. Esto es debido al principio de vasos comunicantes. ¿No recuerdas el principio de los vasos comunicantes? No hay problema, te lo recordamos ahora mismo.
Principio de los vasos comunicantes
Según el principio de vasos comunicantes, si tenemos varios recipientes interconectados en cuyo interior hay un líquido homogéneo, este se mantendrá al mismo nivel en todos ellos. Esto ocurrirá con independencia de la forma y el tamaño de los recipientes. Es más, si añadimos más líquido, este se desplazará y aumentará de nivel en todos los recipientes por igual. Lo mismo ocurrirá tanto si quitamos parte del líquido que contienen o inclinamos los recipientes.
Como hemos visto, el vaso de Pitágoras es un ejemplo de cómo, una vez más, la ciencia está detrás de lo que en principio parece cosa de magia. Con una mecánica de lo más sencilla y unos principios científicos básicos, la copa de Pitágoras sigue sorprendiendo a todos los que se acercan a ella por primera vez sin conocer su secreto y castigando a quienes intentan sobrepasar su límite.