Desde el inicio de los tiempos los seres humanos hemos estado fascinados con la idea de máquina capaces de imitar nuestros movimientos. Los griegos y los egipcios construyeron estatuas con maquinaria hidraúlica para sorprender a cualquiera que los viera y por supuesto que funcionaba. Los bárbaros las veían y decían: “Oh vaya, ¡qué sorpresa!”, pero en idioma bárbaro. No fue hasta luego del inicio de la revolución industrial cuando podemos ver a los primeros “robots” de la historia.
Primero…¿Qué es un robot? Un robot es una ser artificial virtual o mecánico que cumple con funciones determinadas, como abrir una puerta, levantar un auto o dominar el mundo (¡auxilio!). Seguro que cuando escuchas la palabra “robot” te imaginas a RD-D2 o Terminator. Los más entusiastas imaginan un futuro en el que vivamos con en la película “Yo, Robot”, pero lo cierto es que ya hoy en día vivimos rodeados por las influencias de estos seres.
Muchísimo de lo que comes probablemente fue procesado por un robot, cada vez que buscas algo en google o le pides algo a Siri es un robot quien te responde, a veces con un acento divertido. Mucha de tus pertenencias fueron confeccionados por robots, hasta el balón de fútbol que ves en las tiendas es inflado por uno. Quizás ya hayas considerado adquirir una roomba para que limpie la casa. Los robots están en todas partes, es más, en este momento estás leyendo las palabras de uno… Ok, no es cierto, pero te hice dudar y ese es mi punto, capaz ni los notas en tu entorno…capaz si soy un robot…capaz estoy detrás de ti. Mentira, puedes seguir leyendo tranquilo, galán.
Para fines de este artículo vamos a dividir a la robótica en dos: la robótica funcional y la robótica recreativa.
La robótica funcional es aquella que se estudia con la finalidad de crear sistemas electromecánicos o inteligencias artificiales que puedan realizar diferentes labores que faciliten y/o ayuden a los seres humanos, pero ¿por qué necesitamos que nos ayuden con nuestras labores? ¿Será que somos unos flojos y queremos que los robots hagan todo por nosotros? “¿Acaso no tengo ya dos air fryers?” Nada que ver, aunque sí es raro que tengas dos air fryers.. Volviendo al punto, si no fuera por las máquinas todavía estaríamos trabajando en los campos, viajando a caballo por días y teniendo que escribir todo a mano. Además, ¿cómo nos comunicaríamos sin emoticones? Eso es casi que viajar 300 años al pasado.
Por otro lado está la robótica recreativa, aquella a la que la gente se dedica solo por mera diversión y sin la finalidad de crear algo que revolucione (o conquiste, aniquile y reinicia) el mundo. Esta parte de la robótica tiene muchos adeptos y suele estar formado por personas entusiastas que arman sus propios robots con circuitos y cables que tienen guardados. Dentro de este grupo están quienes popularizaron las “BattleBots”, batallas entre robots que se transmitían por internet y televisión como si fuera una lucha Pokémon, pero sin evolucionar. Triste.
Hoy en día para iniciar en la robótica no es necesario que tengas un doctorado en MIT o ser hijo de Elon Musk. En el segundo caso ya tienes que lidiar con demasiado. Un abrazo X AE A-XII.
Desde los pequeños hasta los más grandes pueden iniciar en este campo en el momento que lo deseen. Esta área sigue y seguirá ganando adeptos con el pasar de los tiempos. Es muy probable que en tu universidad o escuela existan clubes de robótica en los que puedas iniciar. Generalmente las casas de estudio que ofrecen las carreras de ingeniería mecánica, ingeniería informática o ingeniería electrónica cuentan con uno o varios estos clubes.
Las escuelas también se han sumado a esta nueva onda. Cada vez son más comunes los talleres eléctricos en los que le enseñan a los estudiantes a reparar equipos, armar circuitos y pequeños robots, y engañar a sus padres sobre las quemaduras con las que llegaron a casa (padres y representantes, los niños están aprendiendo, por favor no demanden por todo).
La precisión exacta con la que se puede calibrar un robot es prácticamente inalcanzable para los seres humanos, algo que puedes notar viendo cómo funciona una industria enorme llena de maquinaria que no se entorpece entre sí ni le echa café encima a sus compañeros de trabajo. Es esta precisión la que ha hecho que inicien investigaciones que den como resultado robots que pueden realizar operaciones quirúrgicas en lugares delicados como el corazón o el cerebro donde el más mínimo error humano pueden acabar con la vida del paciente o darles extraños superpoderes, ¿no? Ojalá existan los superhéroes…
Las películas se han encargado de transmitir la idea de que la inteligencia artificial y los robots nos sustituirán en el futuro, no solo en nuestros puestos de trabajo, sino tomando un control total del planeta y utilizándolos a su antojo, tal y como nosotros hacemos con ellos. Aunque es posible que estemos viviendo una simulación (te apoyamos, Elon, te apoyamos), es muy poco probable que eso ocurra.
Y tampoco nos vamos a quedar todos desempleados de continuar en la robótica, más bien descubriremos nuevos trabajos como…ok, no hay forma de saber, pero apostamos a que “psicólogo de autobots” puede ser uno. Y viceversa. Quien sabe, capaz en el futuro tu youtuber o cantante preferido ni siquiera tenga que ser humano, tal y como sucede en Japón con el personaje “Hatsune Miku”.
Así que recuerda, los robots iniciaron como una idea de ciencia ficción que en la actualidad son piezas clave para nuestro día a día como seres humanos. El estudio de la robótica beneficia a la humanidad entera y mientras más personas tengamos alrededor del globo estudiando esta rama de la ciencia, más rápido conseguiremos resultados y podremos establecer una colonia en Saturno. Marte se ve muy caliente.