Saber cómo funciona un telescopio es muy importante cuando queremos divisar objetos que se encuentran a grandes distancias. Continúa leyendo este artículo y conseguirás toda la información necesaria.
Un Telescopio funciona gracias a los espejos curvos y lentes convexos situados de tal manera que permite la observación de objetos a grandes distancias como estrellas, planetas y hasta galaxias. En la actualidad, permiten observar más allá de la luz visible.
Para entender el funcionamiento de esta herramienta hay que conocer la configuración de Galileo y la de Kepler, que en ambos casos utilizan la refracción de la luz para lograr observar de forma aumentada objetos lejanos.
Básicamente en ambos modelos hay un primer lente, que se denomina objetivo, donde convergen los rayos provenientes del objeto de forma paralela para juntarse en una distancia igual a la focal, y el segundo lente llamado ocular es el que produce la imagen final, la cual es resultado del objetivo.
Configuración de Galileo Galilei
En 1609, Galileo presentó el primer anteojo para ser utilizado como instrumento astronómico. Este tenía dos lentes, el objetivo que estaba más próximo al objeto convergente y el ocular que se encontraba más próximo al ojo divergente. Gracias a esto se podían obtener imágenes virtuales y aumentadas. Vale destacar que podían usarse para observaciones terrestres.
Configuración de Johannes Kepler
Para 1611, se usó por primera vez el ocular de una lente convergente para poder observar objetos a grandes distancias. El objetivo muestra una primera imagen gracias a los rayos que llegan paralelos a la primera lente, se sitúa en el foco, el cual aumenta su ángulo como una especie de lupa. Esto permitió observar con más detalle el objetivo.
Este modelo sirvió como base para el hoy conocido como telescopio retractor, el cual es empleado en las cámaras fotográficas de la actualidad, con modificaciones en la parte prismática.
Partes de un telescopio
Los telescopios funcionan a partir de una lente y otros de un espejo, ambos con la única intención de captar la mayor cantidad de luz posible. A esto se le denomina objetivo, el cual tiene un diámetro o apertura haciendo que la luz se concentre en el extremo opuesto del tubo óptico. Este tubo puede estar hecho de cartón, fibra o metálico entre otros.
El foco, es el punto donde se concentra la luz, a su vez este determina la distancia o longitud focal. A mayor diámetro, más cantidad de luz, lo que genera imágenes con mejor nitidez. El telescopio es capaz de absorber más luz que el ojo humano, por lo que se pueden percibir magnitudes más tenues y otras superiores.
Tipos de telescopios
Como funcionen los telescopios según su clasificación y principios ópticos, va a depender de cómo se propagan los rayos de luz, es decir, su reflexión y refracción. Por ello existen tres tipos de telescopios, el refractor, el reflector o newtoniano y el catadióptricos o mixto.
Refractor: Se basa en el principio de la refracción, es decir, la imagen se forma a partir de la desviación que sufren los rayos de luz cuando estos atraviesan los lentes. Gracias a esto se puede lograr mayor nitidez y contraste de la imagen. Se emplean para observar planetas y la luna, pero no para el cielo profundo, como nebulosas o cúmulos.
Reflector: Su principio óptico es la reflexión, la cual consiste en que los rayos que emana el objeto, son dirigidos al ocular a través de dos espejos curvos que permiten mayor absorción de luz. Este es empleado para visualizar objetos del cielo profundo, aunque requiere de constante alineación en los espejos, lo que se convierte en una gran desventaja.
Catadióptricos: También conocido como mixto, este emplea los principios de refracción y reflexión, utilizando tanto lente como espejo para poder dirigir los rayos oculares, lo que le permite abarcar grandes distancias focales. No requiere de mantenimiento, pues es totalmente sellado. Su desventaja es que pierde un poco de luz por el espejo secundario.
Características del telescopio
Actualmente existen una gran variedad de modelos que pueden satisfacer la demanda de los aficionados, tanto en costo, tamaño y función. Todo ello va a depender de la función que quiera que cumpla. Hay que dejar en claro que jamás se logrará una visión perfecta, lo que hace que se califique erróneamente como un mal telescopio.
Para alcanzar un grado de nitidez casi perfecta, es necesario el empleo de sondas planetarias, debido a que sus fotografías son capaces de captar imágenes que el ojo humano es incapaz de concebir.
Ahora bien, las aberraciones cromáticas son parte del funcionamiento de los telescopios, ya que consisten en esas imperfecciones que ocurren en el lente y que arroja una incongruencia entre el objeto real y la imagen que se percibe. Este defecto lo suelen presentar los telescopios reflectores y catadióptricos provocando que el foco se distribuya a lo largo del eje óptico.
En el caso de los telescopios catadióptricos, suele presentar una aberración adicional que es la curvatura de campo, donde la imagen nítida se proyecta en una superficie esférica más no plana.
Se debe tener en cuenta que todos los telescopios invierten las imágenes según la disposición del observador, esto no se debe tomar como defecto sino como una característica óptica.
Telescopios más destacados
Existen una gran cantidad de telescopios o centros de observación que cumplen una gran función de observación sobre todo al espacio exterior. Entre los más conocidos se encuentra el gran telescopio reflector de Canarias, el cual es el más grande del mundo, con un espejo de 10.4 metros de diámetro dividido en 36 espejos hexagonales.
Seguido de este se encuentra el del Observatorio Keck en Mauna Kea (Hawái), considerado el segundo más grande.
Actualmente, se encuentra en construcción un gran telescopio cuyo espejo principal medirá aproximadamente 30 metros de diámetro, más que doble del que se encuentra en Canarias, lo que permitirá hacer grandes observaciones como nunca antes vistas y existe el prototipo llamado European Extremely Large Telescope, que pretende medir 39 metros de diámetro.
Curiosidades sobre los telescopios
Los telescopios realizan tres funciones primordiales: recolección de luz, resolución y ampliación, permitiendo que el ojo humano pueda verlo a simple vista, incluyendo el espectro de luz más allá de la luz visible, los rayos gamma, rayos X, rayos ultravioletas, rayos infrarrojos, microondas y ondas de radio.
El telescopio más caro del mundo es el Telescopio Espacial Hubble y su sucesor es el Telescopio Espacial James Webb. En la actualidad los telescopios son manipulados a través de computadoras remotas y rara vez miran por el ocular.