Hay contextos en los que la precisión es crucial para conseguir resultados y hacer un buen trabajo. En los laboratorios químicos o farmacéuticos, por ejemplo, se utilizan instrumentos que garantizan altos niveles de precisión. Entre ellas se encuentran las balanzas analíticas, que están especialmente diseñadas para garantizar un índice de precisión muy elevado. Su sensibilidad oscila entre 0,1 mg y 0,01 mg. Teniendo en cuenta que las balanzas de precisión técnica habituales alcanzan una sensibilidad de un miligramo, se puede entender que las balanzas analíticas son instrumentos especialmente refinados.
¿Cómo podemos distinguir una balanza analítica?
Una balanza puede llamarse “analítica” si proporciona una lectura de sensibilidad y resolución de 4 o 5 decimales. En unidades de medida, debe ofrecer una lectura de 0,1 mg (décima de miligramo) o 0,01 mg (centésima de miligramo). Por convención, todas las balanzas de hasta 1 mg (0,001 g) y, por tanto, con tres decimales, se definen como de “precisión”. Una balanza analítica, por definición, se utiliza para pesar pequeñas cantidades y, por lo tanto, la capacidad máxima de este tipo de balanza es limitada: oscila entre 80 gramos y un máximo de 510 gramos. Todos los tipos y modelos están siempre equipados con la llamada jaula de viento o el escudo contra el viento.
Estas balanzas son capaces de detectar la más mínima fluctuación de peso, por lo que la más mínima perturbación o vibración durante el pesaje puede comprometer el resultado. Además, las sustancias que se pesan con las balanzas analíticas suelen ser muy volátiles. Por esta razón, estos instrumentos están siempre equipados con celdas con puertas correderas que aíslan el plato de pesaje del entorno exterior y tienen pies de nivelación ajustables en la base.
La función del protector contra corrientes de aire es, sobre todo, crear una cámara climática adecuada para mantener una temperatura constante, lo que influye en gran medida en los resultados del pesaje analítico. Debe mantenerse cerrada y abrirse lo menos posible. Por lo tanto, en un laboratorio no es un factor secundario considerar cómo está hecho el parabrisas: nos referimos a su tamaño y a la posibilidad de abrirlo por tres lados.
Las balanzas analíticas están diseñadas para pesar objetos pequeños y muy pequeños o pequeñas cantidades de sustancias y ofrecen una lectura de más de tres decimales, lo que es mucho más exacto que las simples balanzas de precisión. Estas características las hacen adecuadas no sólo para los laboratorios, sino también para todos los ciclos de producción que requieren un alto grado de precisión en la determinación del peso.
Funciones de una balanza analítica
Las balanzas analíticas tienen muchas funciones y características diferentes. Por ejemplo, pueden estar equipadas con una función de recuento, muy útil en los laboratorios farmacéuticos para pesar y contar píldoras. Una balanza analítica también puede estar equipada con un dispositivo de pesaje dinámico, indispensable para pesar muestras de materiales inestables, como líquidos, pequeños animales o insectos.
Por otra parte, el pesaje porcentual es muy utilizado en los laboratorios químicos y farmacéuticos. Por último, la función de acumulación permite pesar cantidades mayores de materiales de a poco, sin tener que verter todo en el platillo, lo que permite sortear la limitación de la baja capacidad de la balanza.
En cuanto a los accesorios que pueden venderse con la balanza analítica, los kits de densidad son muy populares y se utilizan en los laboratorios para realizar mediciones especiales de densidades y gravedad.