El agua nublada no es transparente y suele tener un color apagado, generalmente marrón, verdoso o blanquecino. Generalmente se acompaña de olores y sabores desagradables.
Puede aparecer en ríos, lagos, piscinas, acuarios e incluso en el agua del grifo. Por lo general, no se recomienda beber agua turbia.
Normalmente las aguas son fangosas por el suelo y por el arrastre de minerales, pero también puede deberse a la contaminación humana, reacciones químicas, la acción de algas o bacterias, partículas de suciedad, etc.
Ejemplos de uso: «la aplicación de floculantes sobre el agua turbia de una piscina permite aclararla».
«el sulfato doble de alúmina y potasio (o alumno) sirve para despejar las aguas turbias».
«El agua helada puede indicar la presencia de organismos que causan enfermedades».