Este año se memora el centenario del “año prodigioso” de Einstein, aquel no tan lejano 1905 en el que puso las bases de la física actualizada con su archiconocida teoría de la relatividad (coincidencias de la vida, asimismo hace 50 años que Einstein murió). No obstante, en esta columna no vamos a hablar de este tema, y no pues no tenga relevancia, puesto que es indudablemente entre los jalones científicos mucho más geniales del último siglo, sino más bien pues ahora fueron varios los foros de discusión exactamente en qué se ha disertado sobre la cuestión. El día de hoy deseo charlar de las matemáticas que hay tras la teoría de la relatividad, de aquellas matemáticas sin las que Einstein no ha podido desarrollar su teoría. Conseguir desenlaces matemáticos no es bastante bien difícil; es suficiente con usar las hipótesis suficientes que nos dejen llegar a la demostración deseada. Hallar excelente resultados matemáticos, desde unas escasas pero bien elegidas hipótesis, ya es una labor que necesita matemáticos serios y estrictos. No obstante, ingresar nuevos conceptos y evaluar desenlaces que dejen una huella indeleble en la narración de las matemáticas, y cuya presencia se adivine en múltiples campos de la ciencia matemática, es algo que solo está al alcance de unos seleccionados , los que forman una parte del “Olimpo de las Matemáticas”. Entre ellos está, indudablemente, Bernhard RIEMANN (1826-1866). Hijo de un pastor luterano, Riemann ingresó a los 19 años en la Facultad de Gotinga para estudiar filosofía y teología; no obstante, su auténtica vocación eran las matemáticas. Tal era su pasión que su padre no tuvo mucho más antídoto que aceptar estudiar matemáticas, renunciando terminantemente a los estudios teológicos. La novedosa teoría geométrica que expuso en su conocida disertación le deja posicionarse, justamente, entre los progenitores de la concepción relativista de todo el mundo. Su término de espacio intrínsecamente curvo, cuya curvatura es sin dependencia de de qué manera este espacio está inmerso en el espacio euclídeo, es un concepto central para comprender la composición del Cosmos como espacio-tiempo. La geometría de Riemann es no euclídea en un sentido considerablemente más extenso que el considerado por los matemáticos precedentes, introduciendo Lobachevsky y Gauss, que se consideran, adjuntado con Bolyai, los progenitores de las geometrías no euclídeas. Pero esta es otra historia que va a tener su lugar en otra columna. A propósito, y comentando de cumpleaños, este año se memora el 150 aniversario de la desaparición de Karl F. Gauss (1777-1855), entre los matemáticos mucho más enormes de siempre.
Tal día como el día de hoy… 29 de mayo de 1919 se llevaba a cabo la primera comprobación en fase de prueba de la Teoría General de la Relatividad de Einstein
El 29 de mayo de 1919 se llevaba a cabo la primera comprobación en fase de prueba de la Teoría General de la Relatividad de Einstein. Consistió en la observación de la desviación de la luz las estrellas próximas al Sol en el transcurso de un eclipse del sol. Y resultó ser de qué forma Einstein había sosprechado.
CV / Entre las conjeturas de la Teoría de la Relatividad de Einstein era que la luz desviaba su trayectoria al pasar cerca de un campo gravitatorio. A fin de que un enunciado logre ser considerado científico y cuya teoría se desprende ciencia, es requisito que permanezca la oportunidad de contrastación en fase de prueba -o en concepto de Popper, que sea falsable-. Próximamente se vio que para revisar la predicción previo, un viable ámbito -quizás el único viable- era en el transcurso de un eclipse del sol.