Tal día como hoy (27 de Enero) de 1880, en EE.UU., el inventor americano Thomas Alba Edison, patenta su lámpara incandescente, que hoy todos llamamos bombilla.
Thomas Alva Edison nació en Ohio el 11 de febrero de 1847 y fue un inventor, científico y empresario.
Varios inventores habían conseguido hacer bombillas en condiciones de laboratorio; Henry Woodward, Mathew Evans, James Bowman Lindsay, William Sawyer y Warren de la Rue.
El alemán Heinrich Göbel había registrado su propia lámpara incandescente en 1855, y el 11 de julio de 1874 se le concedió al ingeniero ruso Aleksandr Lodygin la patente n.º 1619 para una lámpara incandescente.
Edison abrió en las afueras de Nueva york una fábrica de inventos. Uno de sus proyectos mas ambiciosos era sustituir el alumbrado de gas por alumbrado eléctrico. Primero quiso empezar por el filamento de la bombilla como primer paso para el alumbrado eléctrico.
Para el proyecto ambicioso de alumbrado eléctrico, Edison fundó la “Edison Electrical light company” con un capital de 300.000 mil dólares. Contrató a 40 trabajadores que trabajaban incluso varios días seguidos.
Francis Robbins Upton (1852) era un físico y matemático que trabajó intensamente y estrechamente con Thomas Edison en el proyecto de la bombilla. Upton había conseguido aumentar el vacío dentro de la bombilla. Pero no encontraban el filamento que durara suficiente.
Experimentaron con cientos de filamentos de metales como el platino o el iridio pero ninguno acababa de funcionar. Edison quiso probar con fibras carbonizadas y mandó traer unos 6000 tipos de fibra naturales desde varias partes del mundo para probar si alguna era apta para la bombilla.
Después de casi 2000 intentos, la noche del 21 al 22 de Octubre de 1879, Edison y Upton consiguieron que una bombilla con filamento de algodón carbonizado durase encendida 40 horas sin interrupción. La hora de la iluminación eléctrica había comenzado.
Thomas Alba Edison tiene muchas frases recordadas, una de ellas es:
“El genio es uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de transpiración.”