Cuando Amparo Poch le pidió permiso a su padre para estudiar Medicina su padre le dijo: “No es carrera propia de mujer.”
Debido a esa oposición de su padre estudió Magisterio en la Escuela Normal Superior de Maestros de Zaragoza entre 1917 y 1922. Se licenció con premio extraordinario en la sección de Ciencias.
En 1922 siguiendo su verdadera vocación se matriculó en la Facultad de Medicina de Zaragoza. En varios artículos denunció la burla, el desprecio y la falta de respeto que inspiraba a los hombres la mujer sabia. También criticó la indiferencia de los profesores y de los claustros universitarios. Se licenció en 1929 con matrícula de honor en todas las asignaturas (28 matrículas de honor). En su promoción se licenciaron 97 hombres y 2 mujeres.
Estableció su consulta en una habitación interior de su propia casa en el número 8 de la calle Madre Rafols. Más tarde la trasladó a la calle Cerdán número 30 de Zaragoza (actual avenida César Augusto, 76).
Trabajó en la prevención de la enfermedad y en la promoción de la salud. Puso en marcha programas de educación sanitaria para mujeres obreras y desarrolló una gran labor en la sanidad infantil para reducir las altas tasas de mortalidad de la época.
En diciembre de 1931 publicó la Cartilla de Consejos a las Madres destinada a los cuidados que debía observar la mujer durante la gestación y la lactancia. Esta cartilla fue galardonada en el II Concurso de premios del doctor Borobio por su divulgación pedagógica en la protección de la infancia.
Trabajó en el Ministerio de Sanidad con Federica Montseny como directora de Asistencia Social entre 1936 y 1937. Organizó una expedición de 500 niños refugiados a México. Dirigió el proyecto de Hogares Infantiles que sustituyó los antiguos asilos y orfelinatos y dotó de un hogar a los huérfanos de la República.
Hacia finales de 1945 Amparo Poch se trasladó a Toulouse. En el dispensario de la Cruz Roja de la rue Pargaminieres Amparo Poch se ocupó de las consultas de Medicina General y Ginecología. También colaboró en la Clínica San Andrés con el cirujano francés Doctor Tomás.
Como curiosidad comentar que El 15 de octubre de 2002, en el centenario de su nacimiento el rector de la Universidad de Zaragoza, Felipe Pétriz, descubrió una placa con su nombre en una de las salas del Paraninfo Universitario